De las llamadas sopas frías sin duda las más populares son el gazpacho y la vichyssoise, por conocidas y por lo buenas que están; se diferencian no sólo por los vegetales empleados sino porque la vichyssoise se elabora hirviendo y triturando los ingredientes y el gazpacho se elabora en crudo. De nuestro gazpacho, que es la sopa que hoy os propongo, hay tantas variantes como españoles (por lo menos) aunque todos partan de los tomates, pimientos, pepinos, cebolla y ajos. Es en la proporción de unos y otros, en la consistencia final, en el añadido de otros ingredientes… en lo que difieren las distintas formas de prepararlo. Y cada cual defenderá el suyo si no como el auténtico, si como el mejor. No hay polémica. La mezcla que crea el gazpacho es tan rica y sabia que hay que hacerlo muy mal para que no resulte un plato delicioso y refrescante. Yo le hago muy clásico, con sólo una nota ligeramente exótica en el añadido de unas hojas de albahaca y usando aceite aromatizado con esta misma planta. Los ingredientes que especifico dan para un litro, aproximadamente, de gazpacho. La cantidad final dependerá de si le añadimos más o menos agua, es decir, si nos gusta más o menos líquido o consistente. Use tomates bien maduros. E
l aceite de oliva ha de ser de la mejor calidad; si no dispone de uno aromatizado con albahaca (aquí tiene una forma de prepararlo en casa) no se preocupe: si acaso, ponga una cucharada más de albahaca fresca.
Ingredientes
Un kilo de tomates bien maduros
Un pimiento verde
Un pepino
Media cebolla
Dos dientes de ajo
Cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra aromatizado con albahaca
Dos cucharas de vinagre de manzana
Un vaso de agua fría
Una cucharada de albahaca fresca picada
Sal
Lavamos muy bien todas las verduras. Machacamos en el mortero, con un chorrito de aceite, la albahaca troceada con los dedos. Pelamos el pepino, la cebolla y los tomates y los ajos; lo cortamos todo en trozos grandes y lo ponemos, junto con la albahaca, en el vaso de la batidora, triturando hasta conseguir una crema suave. (En este punto hay quien pasa la mezcla por el chino con el fin de lograr un acabado más fino. Yo lo prefiero tal cual, que se note la textura de las verduras trituradas.) En cualquier caso, Agregamos ahora el aceite, la sal y el vinagre y volvemos a mezclar con la batidora. Comprobamos el punto de sal y vinagre rectificando si es nuestro gusto y añadimos agua fría, mezclando muy bien, hasta conseguir la textura y la consistencia preferida. Lo metemos en el frigorífico durante al menos dos horas para que se ponga fresquito y servimos adornado con unas hojitas de albahaca y acompañado, en una fuente aparte, de tropezones de tomate, pepino, cebolla y pimiento verde. Se pueden incluir cuadraditos de pan tostado, si se quiere.