Hay
ocasiones en las que los blogueros cocinillas
parecen ponerse de acuerdo para elegir un ingrediente determinado y la red se
llena de cremas de verduras, o de bizcochos en todas sus manifestaciones, o de
ensaladas multicolores... por no hablar de los ubicuos e inevitables Cupcakes, Dios nos valga. Hoy parece que le ha
tocado al conejo. En mi recorrido por la breve (pero selecta) colección de
sitios y blogs de recetas que visito habitualmente, he encontrado no menos de
cinco maneras de preparar este pobre bicho, conque he decidido unirme a este
peculiar día del conejo y aquí está mi aportación. Nada original, sólo
es otra (la enésima) revisión de un clásico donde los haya. Siempre me
ha parecido que las preparaciones al ajillo pecaban de exceso de aceite,
lo que las hace más pesadas y menos saludables de lo que sería de desear, así
que he tratado de evitar este, para mí, inconveniente. Con esta forma de
hacerlo el conejo queda tierno, deliciosamente sabroso y ligero... y sin perder
ni un ápice de su rico sabor.
Ingredientes para cuatro personas:
16 paletillas de conejo
4 dientes de ajo
Aceite de oliva
Sal
- Limpiamos las paletillas de la grasa superficial que pudieran tener, damos un par de cortes en la carne, las salamos ligeramente y las reservamos.
- Pelamos los ajos, los picamos no demasiado finos y los doramos a fuego suave en una cazuela amplia con seis cucharadas de aceite de oliva. Ojo que no se quemen: en cuanto empiecen a tomar color los retiramos y los reservamos junto con el aceite.
- En la misma cazuela, ya sin aceite y con el fuego al mínimo, ponemos las paletillas, tapamos y dejamos que se hagan, dándoles vuelta de vez en cuando. No se impaciente: deben quedar bien doraditas y eso lleva su tiempo.
- A media cocción las regamos con un par de cucharadas del aceite de freír los ajos y esperamos a que acaben de hacerse. El tiempo dependerá de la potencia del fuego (siempre al mínimo) y de la calidad de la carne.
- Cuando ya estén a nuestro gusto retiramos del fuego, calentamos un poco el aceite y los ajos que habíamos reservado, regamos con ello las paletillas, servimos y disfrutamos.