Vamos con otro
guisote de esos que reconfortan y hacen entrar en calor, ahora que por fin
llegaron los fríos a estos lares mesetarios. Esta vez, sin embargo, es un guiso
ligero y no demasiado calórico, aunque eso sí: sabroso y nutritivo. Puesto que los garbanzos,
esa deliciosa legumbre, consiguieron escapar del sempiterno cocido (ponga usted el gentilicio que
desee. Por cierto: prometo que un día de estos publicaré mi versión del cocido a la segoviana, versión poco conocida,
como que acabo de inventármela, de este suculento potaje.) A ver... yo intentaba decir, antes de ponerme a divagar,
que los garbanzos pueden combinarse divinamente con multitud de ingredientes,
aparte de los típicos del cocido: desde otras verduras hasta mariscos, en guisos
o en ensaladas o en cremas podemos disfrutar de sus virtudes alimenticias y sus
rico sabor. En esta receta acompañan a (o
están acompañados por) unas sepias, lo que añade un regusto marinero muy agradable a nuestro guiso.
Ingredientes
para cuatro personas
500 gr de
garbanzos
Dos sepias
grandes
Una cebolla
Un pimiento
verde
Dos diente
Dos hojas de
laurel
Un vaso de
vino blanco
Sal
Una cucharadita
de pimentón
Aceite de
oliva
- Ponemos en remojo los garbanzos la anoche de antes, y cuando nos pongamos a hacerlos los lavamos al chorro del grifo y los escurrimos bien.
- Los ponemos en la olla exprés junto con las hojas de laurel, cubrimos con agua y dejamos que se hagan durante unos 20 o 25 minutos desde que comience a salir el vapor. Despresurizamos la olla, probamos si están tiernos y reservamos. (Si no están bien cocidos los dejamos unos minutos más.)
- Mientras, pelamos la cebolla y los ajos, lavamos el pimiento, lo cortamos todo en juliana no muy fina y lo ponemos a pochar, a fuego suave, en una cazuela con un par de cucharadas de aceite y una pizca de sal.
- Escaldamos y pelamos el tomate, retiramos las semillas, troceamos la pulpa y la añadimos al pochado, removiendo bien.
- Cortamos las sepias, bien limpias y lavadas, en trozos no muy grandes y los añadimos a la cazuela con el pochado de las verduras, agregamos el pimentón, mezclamos bien y rehogamos cuatro o cinco minutos. Regamos con el vino y dejamos que reduzca.
- Agregamos los garbanzos, cubrimos con el caldo de cocerlos y dejamos que hierva todo hasta que la sepia esté tierna.
- Corregimos de sal, apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.
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