Las mezclas
de especias a las que tan aficionados son en las cocinas árabe y asiática
producen en ocasiones frutos auténticamente gloriosos, una suma de sabores y,
sobre todo aromas, que convierten el plato más sencillo en un lujo y en un
placer para los sentidos. Desde el rass
al hanout marroquí hasta el garam masala de La India, existen
multitud de mezclas diferentes incluso con el mismo nombre dependiendo del
lugar donde s e preparen. El rass al
honout, cuyo nombre en árabe significa literalmente la cabeza de la tienda, en referencia a la mejor mezcla de especias
que es posible hacer, es una mixtura típica de Marruecos generalmente utilizada
en los tayines aunque se usa también en el cuscús y otros platos, y como suele
ocurrir no hay una receta única aunque suele llevar pimienta negra, comino,
cardamomo, nuez moscada, canela, pimentón, jengibre… Todas estas mezclas combinan muy bien con las
legumbres (vea esta rica crema
de garbanzos) a las que añaden un toque de exotismo muy sugestivo. Hoy usaremos una versión del rass al hanout con unas lentejas… ¡con
jamón! Y que los
ortodoxos me perdonen, que diría don
Fernando Savater.
El toque definitivo se lo daremos con un crujiente de Idiazábal. Este crujiente es una idea que tomo directamente
del excelente blog enekosukaldari
. Ahora veremos de qué se trata.
Ingredientes
parea cuatro personas
400 gr de
lentejas
100 gr de
jamón serrano picado
3 dientes de ajo
Dos cucharadas de piñones
3 dientes de ajo
Dos cucharadas de piñones
Un vasito de
vino blanco
Aceite de
oliva
Sal
½ cucharada
de rass al hanout
75 de queso
Idiazábal ahumado
Comenzamos
preparando el rass al hanout con la siguiente mezcla de especias:
½ cc de pimienta negra
¼ cc de
cominos
1 cc de
vainas de cardamomo
½ cc de nuez
moscada
¼ cc de
canela
¼ cc de
pimentón
¼ cc de
jengibre en polvo
½ cc de
semillas de cilantro
½ cc de
clavos de olor
1 guindilla
roja seca
cc = cucharita de café
Molemos
cuidadosamente en un mortero todas las especias en grano (la pimienta, los
cominos, las semillas de cilantro, el clavo de olor y el cardamomo del que usaremos
sólo las semillas negras del interior de la vaina) y la guindilla hasta
conseguir un polvillo suficientemente fino (tampoco hay que preocuparse en
exceso: pero que quede finito) al que añadiremos las especias en polvo (la
canela, el pimentón, el jengibre y la nuez moscada rallada) mezclando todo muy
bien. Guardamos en un recipiente
hermético y reservamos.
Pasamos a
preparar el crujiente de Idiazábal:
Rallamos el
queso Idiazábal y lo colocamos en montoncitos sobre un trozo de papel vegetal que
pondremos en la bandeja del horno y los cubrimos con otra hoja de papel vegetal sobre la que pondremos una fuente con agua,
por ejemplo, para que haga presión y el queso se aplaste. Llevamos al horno
durante 5 a 10 minutos a unos 180 grados. Retiramos la fuente con el agua y la
hoja de papel vegetal de encima y gratinamos (con mucho cuidado: se quema enseguida)
para que coja un bonito color tostado. Sacamos del horno y reservamos para que
se enfríe. (Puede ver el proceso con preciosas fotos aquí.)
Y ahora
vamos con las lentejas.
En una
cazuela con un chorro de aceite freímos ligeramente los ajos picados. Añadimos
las lentejas y rehogamos un par de minutos. Regamos con el vino, dejamos
evaporar y cubrimos con agua. Tapamos y dejamos hervir a fuego suave hasta que
estén tiernas. Cuide que no se queden sin caldo. Cuando ya estén, las escurrimos
y las reservamos. Ponemos un hilo de aceite en la misma cazuela, añadimos el
jamón bien picado y lo rehogamos un
minuto. Añadimos las lentejas, ½ cucharada de rass al hanout, una cucharada de piñones, lo mezclamos todo con cuidado y dejamos otro minuto.
Finalmente,
emplatamos enseguida con ayuda de un molde y adornamos con el crujiente de
queso y una pizca de la mezcla de especias.
Qué distinta y original!! Feliz Navidad!
ResponderEliminarEse crujiente de queso me tiene enamorada, cada vez que los veo digo que los voy a hacer, pero luego se me pasa. En todo caso tu plato es una maravilla.
ResponderEliminarSiempre tengo en casa esas esas especias, las compro en los comercios que hay por la zona. Hago pinchitos con ellas.
Un plato digno de probarse, me encanta la composición/elaboración del rass al hanout. Sigo curioseando en tu cocina, saludos.
ResponderEliminarPilar