Las carnes
magras son aquellas que tienen un contenido mínimo de grasa; vale decir: sólo
fibra muscular, sin tendones, cartílagos, etc.
En el caso del cerdo, concretamente las de solomillo, jamón y lomo, son carnes
con mucha menos grasa que algunas otras consideradas tradicionalmente no grasas como la pechuga de pollo. (El
lomo de cerdo es el corte de carne más magro que existe: sólo contiene 2,98
gramos de grasa por 100 gramos de carne. La pechuga de pollo sin piel contiene
3 gramos. Y hay que tener en cuenta que el 50% de la grasa del cerdo está
constituida por ácido oleico, el famoso
omega 3, no sólo beneficioso para la salud sino considerado como el
cardioprotector por excelencia.) Hay, pues, que reivindicar lo saludable de
esta carne, que es, además, uno de los alimentos más ricos en proteínas,
contiene vitamina B1, (por lo que ayuda
a superar el estrés y la depresión) y
vitamina B3 que es beneficiosa
para el sistema circulatorio y puede ayudar a reducir el colesterol. Por su
alto contenido en esta vitamina, (la B3)
la carne magra de cerdo es recomendable para combatir enfermedades como la
diabetes, la artritis o el tinnitus.
También aporta minerales (hierro, calcio, yodo y cinc.) Así que vamos a
preparar hoy un rico guiso con esta carne.
Procure, eso sí, comprar carne de cerdo ibérico. Quizá sea un poca más cara,
pero vale la pena.
Ingredientes
para cuatro personas.
600 gr de
magro de cerdo ibérico
Dos tomates
maduros
Tres
chalotas
Dos dientes
de ajo
Cuatro
manzanas Granny Smith
Un vaso de
brandy
Dos
cucharadas de harina
El zumo de
un limón
Sal
Pimienta
- Limpiamos la carne de la grasa superficial que pudiera tener y la cortamos en dados como de dos o tres centímetros, la salpimentamos, enharinamos y reservamos.
- Pelamos los ajos y los cortamos en láminas que freiremos ligeramente en una cazuela con aceite de oliva. Cuando empiecen a dorarse los sacamos y reservamos.
- Cortamos en juliana las chalotas y las pochamos a fuego suave en el mismo aceite donde hemos frito los ajos.
- Cuando las chalotas estén blandas, las retiramos, escurrimos el aceite sobrante y las reservamos.
- Doramos la carne en esa misma cazuela.
- Mientras, pelamos y cortamos los tomates. Cuando la carne vaya estando dorada, los agregamos junto con los ajos y las chalotas y rehogamos unos minutos, revolviendo bien.
- Regamos con el brandy y dejamos hervir un par de minutos a fuego vivo. Bajamos entonces el fuego a medio-bajo y tapamos la cazuela, dejando que se haga durante unos treinta o treinta y cinco minutos, vigilando que no se quede seco; si fuera necesario añadimos un poco de agua o caldo. Pasado ese tiempo comprobamos si ya está, rectificamos de sal y apartamos los trozos de carne.
- Trituramos la salsa con la batidora y la pasamos por el chino o por un colador, mezclando de nuevo con la carne y dejando que de un ligero hervor. Retiramos y reservamos.
- Lavamos ahora las manzanas y las cortamos en rodajas finas que rociamos con el zumo de limón para evitar que se oxiden.
- Calentamos la plancha o una sartén, la engrasamos con un hilo de aceite y hacemos las rodajas de manzana hasta que se vayan dorando por los dos lados.
- Una vez hechas, las colocamos en los platos y en el centro ponemos la carne. Servimos… y a comer.
Un plato muy sugerente y cautivador, me seduce la combinación con la manzana y me parece que es todo un acierto. Besitos
ResponderEliminarMadre mia, que bien se ve esa salsa, ya meteria yo mucho pan en el centro.
ResponderEliminarSiempre me lio cuando escucho "carne magra", ahora ya me centro mas, es que cada vez tiene una menos ganas de buscar en el diccionario.