Billy Wilder |
Nada sobra en esta historia: la subtrama argumental que narra el conato de idilio entre William Holden y Nancy Olson, que podría pensarse como innecesaria, sirve magistralmente para aliviar la claustrofóbica atmósfera en la que se desarrolla la historia principal y para definir con un trazo más fino la personalidsad del personaje de Holden; la sorprendente relación entre la estrella y su mayordomo funciona como conmovedora metáfora de la sumisión a que puede llegarse por el amor (y quizá pueda verse como una queja de Wilder por la importancia dada a los actores sobre los directores.) Inolvidables interpretaciones de todos los actores, con un William Holden metido en la piel del apuesto, cínico y descreído escritor pero entre los que merece mención aparte la actuación de Gloria Swanson, magistralmente sobreactuada en su composición de la olvidada estrella del cine mudo, perdida en un mundo en el que sólo viven ella y sus recuerdos en uno de los personajes más duramente tratados por Wilder que sólo se apiada de ella cuando, ya perdida del todo la razón, la filma casi con mimo mientras ella cree interpretar a una enloquecida Salomé en un hipnótico descenso por la escalera rodeada de periodistas, una de las escenas más sobrecogedoras de esta sobrecogedora película. Es lamentable que se haya perdido la buena costumbre de reponer cine clásico porque esta es una película imprescindible.
Ficha:
Título original: Sunset Boulevard
Año de producción: 1950
Duración: 110 min.
País: USA
Dirección: Billy Wilder
Guión: Charles Brackett, Billy Wilder
Música: Franz Waxman
Fotografía: John F. Seitz
Reparto: William Holden, Gloria Swanson,
Erich von Stroheim, Nancy Olson,
Fred Clark, Jack Webb, Lloyd Gough,
Cecil B. DeMille, Hedda Hopper,
Buster Keaton, Anna Q. Nilsson,
H.B. Warner, Franklyn Farnum
Género: Drama
Esta navidad me he dado el gustazo de ver cine clásico en TCM, ésta cinta la ví, después de unos años que no lo hacía y coincido en que los personajes son un fiel reflejo de las miserias humanas más feroces, sobre todo la ambición. Luego podemos irnos al lado de la emotividad al ver la decadencia de la estrella y cómo su sub-mundo interior le devora.
ResponderEliminarMuy bien expuesto.
Cordial saludo