Elaborado
por destilación del hollejo de la uva, el orujo es un rico aguardiente conocido
y degustado por sus propiedades digestivas.
Pero es susceptible también de ser usado en la cocina, como bien saben gallegos
o cántabros, formando parte de salsas, cremas dulces... o, por supuesto, ese fastuoso
milagro que es la queimada. Hay que recordar, eso sí, que se trata de un licor
de muy alta graduación alcohólica, por lo que debe utilizarse (al menos como ingrediente
en la cocina) con cierta precaución. Mi estreno
con el orujo en la cocina ha sido una crema de puerros para acompañar estos
creps de cuyo relleno forman parte también unos puerros pochados, que mezclados
con una crema de queso y aromatizados con albahaca nos dan un plato de
capricho, apto tanto para comer tibio, recién hecho, como frío si lo dejamos un
buen rato en la nevera. Sírvalos con un ribeiro blanco fresquito... y a disfrutarlos.
(Nota: los expertos aconsejan rechazar
el primer crep por considerar que queda demasiado impregnado de mantequilla.
Decida usted mismo.)
Ingredientes
para alrededor de ocho creps
125 gr de
harina
250 ml de
leche
2 huevos
50 gr de mantequilla
50 gr de mantequilla
8 -10 puerros
250 gr de
crema de queso
Un manojillo
de albahaca
Un vasito de
orujo blanco
Un vaso de
caldo de verduras
Sal
Aceite de
oliva
- Pelamos y lavamos bien los puerros, quitamos la parte verde, los cortamos en juliana gruesa y los ponemos a fuego suave en una sartén con un chorro de aceite y un poco de sal. Recuerde que los puerros se queman enseguida, vigile para que eso no ocurra, bajando el fuego si es necesario.
- Cuando ya estén, retiramos del fuego y escurrimos el exceso de a aceite y reservamos. Deben quedar bien escurridos.
- Ponemos en el vaso de la batidora la leche, los huevos y la mantequilla que habremos fundido previamente al baño maría. Añadimos la harina, cerniéndola con ayuda de un colador, y una pizca de sal y batimos bien: pasamos la mezcla resultante por un colador para eliminar cualquier grumo que pueda haber y dejamos reposar unos quince o veinte minutos.
- Mientras, preparamos la crema al orujo: apartamos una parte del pochado de puerro (tres o cuatro cucharadas) y lo trituramos con la batidora junto con el caldo de verduras hasta conseguir una crema fina que pasaremos por el chino o por un colador.
- Llevamos a fuego suave, añadimos el orujo y dejamos reducir hasta conseguir una crema fluida pero consistente. Retiramos del fuego y reservamos.
- Ponemos a fuego medio una sartén antiadherente en la que dejaremos fundir un dado de mantequilla. Cuando esté caliente vertemos un cazillo de la masa y extendemos moviendo circularmente la sartén y cuando esté cuajado damos la vuelta con ayuda de unas pinzas o una espátula. Retiramos y vamos reservando en una fuente
- Repetimos la operación hasta haber acabado toda la crema.
- Rellenamos los creps con el pochado de puerro, una cuchara de crema de queso y espolvoreamos con la albahaca bien picada. Enrollamos formando rollitos.
- Servimos en un plato que habremos salseado con la crema al orujo.
Me ha fascinado la idea de la crema de orujo con el puerro pochado... uf! que rico!
ResponderEliminarSi señor te ha quedado muy original, enhorabuena, sigue así, un beso.
ResponderEliminarLAS DELICIAS DE MAYTE