Aunque lo
habitual suele ser utilizar la remolacha en conserva como ingrediente decorativo en ensaladas, lo cierto es
que resulta muy recomendable consumir esta raíz fresca, incluso cruda rallada
en ensaladas, ya que se aprovechan mejor sus propiedades nutritivas, que son
muchas: rica en potasio, yodo y folatos, en Vitamina B2 y B3, es moderadamente
calórica, tiene propiedades depurativas y su sabor es ligeramente dulce lo que
la hace muy adecuada para preparar pasteles y bizcochos. Y hasta sus hojas
(estas con un sabor más bien amargo) pueden prepararse como se hace con las acelgas,
por ejemplo. También es apta para preparar
sopas y cremas, como esta que os sugiero
ahora, perfectamente vegetariana, además. La mezcla con el aguacate puede sonar un poco extraña, pero el sabor neutro de esta fruta conjuga
muy bien con la remolacha y añade al acabado final una textura cremosa muy atractiva.
Para equilibrar un poco los sabores dulzones de estos dos ingredientes, nada
como un toque de romero. El crujiente suplemento
de los anacardos corona (nunca mejor dicho) esta crema que puede servirse fría
o caliente, según se prefiera. (Es aconsejable comprar las remolachas más o
menos del mismo tamaño para que se cocinen por igual en el mismo tiempo.)
Ingredientes
para cuatro personas
500 gr de
remolacha
Un aguacate
Un cebolla
mediana
Unas ramotas
de romero
250 ml de
caldo d ver duras
50 gr de
anacardos
Sal
Aceite de oliva
- Calentamos el horno a 180º. Lavamos bien las remolachas usando un cepillito si es necesario para quitar toda la tierra que puedan tener. Las envolvemos en papel sulfurizado cerrándole bien y las horneamos unos treinta minutos. (Ya sabe, fíese de los tiempos de cocción de su horno, no del mío.) . Dejamos que se enfríen y las pelamos. Reservamos.
- Pelamos la cebolla, la cortamos en juliana y la pochamos a fuego suave en una sartén con un chorro de aceite y una pizca de sal. Cuando esté blanda pero sin que se queme, escurrimos bien el exceso de aceite y reservamos.
- Machacamos en el mortero el romero finamente picado, añadimos dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y mezclamos.
- Trituramos en la batidora las remolachas troceadas, la cebolla pochada y la pulpa del aguacate hasta conseguir una crema homogénea, añadiendo un poco de caldo parta aligerarla, aunque debe quedar espesita. Comprobamos de sal.
- Agregamos el aceite con el romero y volvemos a triturar para lograr una buena mezcla.
- Servimos con una cucharada de los anacardos, machacados, por encima y adornada con una ramita de romero
Una delicia, una combinación magnifica y muy bien presentada.....Buen fin de semana.
ResponderEliminarMe atrae mucho esta crema, sin duda la probaré y probablemente en frío; aunque hay algo de la remolacha que no me gusta ¿ lo adivinas? Pues que mancha mucho, si no tienes cuidado, pones todo perdido!
ResponderEliminarQue tengas un estupendo fin de semana!
Maria
Nunca he podido con la remolacha en conserva, y sin embargo fresca me encanta aunque no es un ingrediente muy popular. Por eso bienvenida esta colorida propuesta que promete una grata experiencia.
ResponderEliminarUn abrazo,
Pilar
Recuerdo que en mi infancia la remolacha no estaba muy bien considerada para el consumo humano, al menos donde yo vivo... En unos años han cambiado mucho las cosas y resulta que ahora es un producto muy saludable y que personalmente me gusta mucho (a pesar de que lo mancha todo)... Se ve fabulosa esta crema con ese color tan atractivo. Por cierto que hoy tengo en mente preparar una de tus recetas que he estado ojeando el fin de semana (gazpacho blanco), espero conseguir la yerbabuena. Saludos.
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