Esta es una
receta plagiada con premeditación y alevosía de un estupendo blog que os
recomiendo: es el de Palmira y se llama Come conmigo. La
receta es una forma de preparar la coliflor que no sólo resulta muy agradable
al paladar sino también a la nariz: al prepararla así, asada, evitamos ese aroma no especialmente agradable que desprende
esta hortaliza al cocinarla, pero preservamos íntegro su sabor que resulta sin
embargo mucho más delicado que si la
hacemos hervida. Y es tan sencilla que prácticamente sólo hay que meterla en el
horno y esperar que se ase. Por aquello de variar un poco la idea original de
Palmira y que el robo no resulte tan
descarado he cambiado el tipo de cobertura
y el momento de aplicarla: las especias conservan mejor su aroma y enriquecen
la preparación. A mi juicio, el resultado es perfecto tal cual sale del horno,
pero si lo desea puede servirla acompañada de alguna salsa tipo mayonesa,
alioli o similar.
Una cucharada generosa de semillas tostadas de sésamo
Dos cucharadas de almendras molidas
1/2 cucharadita de cominos
Una rodaja de jengibre fresco como de dos centímetros
Sal
Aceite de oliva
Ingredientes
para cuatro personas
Una coliflor
como de un kilo y medioUna cucharada generosa de semillas tostadas de sésamo
Dos cucharadas de almendras molidas
1/2 cucharadita de cominos
Una rodaja de jengibre fresco como de dos centímetros
Sal
Aceite de oliva
- Limpiamos la coliflor de las hojas exteriores y cortamos el tallo cuidando de no separar los ramilletes, la lavamos y secamos cuidadosamente, la colocamos en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado, la pintamos con aceite de oliva y la llevamos al horno que habremos encendido previamente y calentado a 190º. El tiempo de cocción, dependiendo del tamaño de la coliflor y de su horno, variará alrededor de los 70 - 75 minutos. Compruebe pinchando con una brocheta, por ejemplo. Estará cuando no ofrezca mucha resistencia.
- Mientras, ponemos en un cuenco las semillas de sésamo molidas (con un molinillo de café, por ejemplo) el jengibre pelado y rallado, los cominos machacados, las almendras molidas, un poco de sal al gusto y mezclamos todo bien.
- Añadimos aceite de oliva removiendo para obtener una pasta densa pero muy untable. Reservamos.
- Cuando falten diez o quince minutos para que la coliflor esté hecha, aplicamos esta pasta sobre toda su superficie y la volvemos a poner en el horno.
- Finalmente, encendemos el grill para gratinar hasta que la cobertura quede dorada, pero cuidando que no se queme.
Salvador, me parece una forma muy original de cocinar la coliflor, la idea de cubrirla con esa costra de almendras, sésamo y especias me parece genial. Seguro que está muy rica!
ResponderEliminarSaludos!