Ya están aquí
las Navidades, esas fiestas tan insoportablemente entrañables, llenas de
puñales familiares, amores por obligación y comilonas que ponen los pelos como
escarpias a los irredentos cuentacalorías que ven cómo sus cimientos
gastronómico-vitales ceden cual edificios construidos sobre terrenos poco
firmes. Y ya está la blogosfera culinaria que hierve de cocinillas afilando sus
armas para luchar por el menú más visto. Así que en La Gastrocinemia nos unimos
al tradicional desmadre: que viva la falta de lógica y la apología del consumo.
El menú que os propongo se compone de unos entrantes donde reinan el marisco y
el pescado, un clásico para el plat de
résistance (hoy me siento francófilo). Y dos postres para elegir. (Eso sí,
recuerde que cada elección es también una renuncia). Y vamos a ello. (Como
siempre, la receta completa puede verla pinchando en el enlace)
Entrantes.
Plato principal.
Postre
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios son siempre bienvenidos. Gracias por dejar tu opinión.