Receta
clásica donde las haya, presente en la cocina y en la mesa de un buen número de
países, parece que este delicioso postre tiene un remoto origen en Asia desde
donde se extendió por Europa para llegar a América con los emigrantes europeos.
La idea original es tan simple como cocer "lentamente el arroz en leche
con azúcar". (La Wikipedia dixit)
aunque como todas las recetas tradicionales ha ido evolucionando de la mano, y
con la imaginación, de cada cocinero que lo haya preparado. Aromatizado con
canela y piel de limón o naranja en su versión
más s encilla, puede llevar pasas como en muchas cocinas de Iberoamérica, o con
una crujiente capa de azúcar quemado por encima como acostumbra a hacerse en
Asturias y Portugal... entre otras variaciones. Así que ahora imagine un arroz
con leche cremoso y crujiente al mismo tiempo y en el que la canela, la
vainilla, la menta, el limón y la mandarina hayan dejado su aroma y su sabor.
¿Verdad que a un arroz con leche así no le hace ninguna falta el azúcar? Y si
además lo presentamos en unas tartaletas de hojaldre y lo adornamos con unas frambuesas,
nuestros comensales se van a chupar los dedos.
Ingredientes
para cuatro personas
200 gr de
arroz
1 1/2 l de
leche (preferiblemente entera)
Una lámina
de hojaldre
75 gr de
almendras molidas
50 gr de
mantequilla
La piel de
un limón
La piel de
una mandarina
Una vaina de
vainilla
Una rama de canela
Un ramito de
menta o hierbabuena
Ocho
frambuesas
Canela en
polvo al gusto
- Comenzamos preparando las tartaletas de hojaldre. Para ello cortamos la lámina de masa en cuatro partes redondas y forramos con ellas los moldes que vayamos a utilizar, previamente untados con un poco de mantequilla.
- Pinchamos la masa con un tenedor y llenamos los moldes con legumbres secas. (Con esto evitamos que la masa suba demasiado).
- Horneamos a 180º (con el horno ya precalentado) hasta que la masa esté cocida. Dependiendo de cada horno, unos quince o veinte minutos. Retiramos, dejamos enfriar, desmoldamos y reservamos.
- Ponemos la leche en un cazo amplio junto con la canela en rama, la vaina de vainilla abierta, la piel del limón y de la mandarina y un par de ramitas de menta o yerbabuena y las almendras molidas y llevamos a ebullición a fuego muy bajo hasta que rompa a hervir. (Remueva de vez en cuando para que las almendras no se peguen).
- Subimos entonces el fuego a medio-bajo y añadimos el arroz.
- Dejamos que vaya hirviendo lentamente, removiendo todo el tiempo con una cuchara de madera, cuidando que no se pegue. Esta operación llevará entre 30 y 45 minutos. dependiendo de lo alto que tenga el fuego. Ojo al final para que no se queme.
- Apartamos del fuego, retiramos la vainilla, la canela, las pieles y la menta, añadimos la mantequilla cortada en pequeños dados, mezclamos con cuidado y vertemos en una fuente, donde dejamos reposar. No es mala idea prepararlo la noche antes.
- Cuando vayamos a servirlo, rellenamos las tartaletas de hojaldre, espolvoreamos con canela molida y adornamos con un par de frambuesas y unas hojitas de menta. (Eso es: o yerbabuena).
En casa somos muy dulceros y quizás si que le pondríamos un poquito de azúcar. Salvo este detalle sin importancia, enhorabuena, te ha quedado un postre delicioso y con una presentación espectacular, nadie diría que se trata de un clásico y humilde arroz con leche :)
ResponderEliminarUn saludo.