7 de octubre de 2011

Tortilla de patatas

Y empezamos con algo sencillo, para no asustar: una tortilla de patatas, también llamada tortilla española, uno de los inventos más extraordinarios del buen hacer culinario, de una sencilez que se acerca a la simplicidad Zen. Con sólo tres elementos tan (aparentemente) humildes como las patatas, las cebollas, y los huevos, más el lujo del aceite de oliva, se consiguen unos resultados en verdad susntuosos. Si usted sigue unos mínimos preceptos, sus comensales se chuparán los dedos, créame. 

Igual que sucede con todos los platos de origen popular, la tortilla de patatas tendrá tantas variantes comno seguidores, pero esta vez la vamos a hacer al estilo clásico: solo patatas, cebollas y aceite de oliva. Y una buena parte del éxito en su confección radica en freír las patatas lentamente: si usted las fríe en menos de 35 - 40 minutos... malo. Recuerde que haciéndolas a fuego lento se consigue no sólo que queden blanditas, sino que el aceite no se descomponga. Recuerde,  "...debe evitarse el sobrecalentamiento, es decir, no es bueno que el aceite de oliva caliente empiece a humear. Lo preferible es no sobrepasar durante la fritura la temperatura de 170º..." (El médico escéptico dixit.) Y hay que vigilarlas, cuidando que no se peguen. Han de quedar blandas pero no doradas.
También hemos de tener en cuenta que estamos haciendo una tortilla y no un ladrillo, por lo que ha de quedar jugosa, es decir que la relación huevos/patatas+cebolla conviene que se incline del lado de los huevos. Una última cosa: utilice una sartén de no más de 23 cm y suficientemente honda. Y ahora vamos a ello.

Ingredientes para cuatro personas:
 
Tres  huevos
Dos o tres patatas (según tamaño)
Una cebolla mediana
Aceite de oliva 
Sal

Pelar y lavar las patatas y las cebollas y cortar en rodajas no muy gruesas. Poner juntas a freir a fuego lento (recuerde, a fuego lento) con abundante aceite de oliva y cuando este ya esté caliente pero sin humear. Mientras, romper los huevos en un plato hondo, añadir  la sal y batirlos. Dejar reposar. Cuando las patatas estén, escurrirlas bien para que la tortilla no quede aceitosa. (Puede hacerlo poniéndolas en un colador grande sobre un cacharro para recoger el aceite). Mezclar patatas y cebolla con el huevo batido. Dejar reposar la mezcla unos minutos con el fin de que las patatas se impregnen bien de huevo, así quedará más jugosa. Quitar todo el aceite de la sartén excepto una cucharada o dos y calentar a fuego medio. Cuajar la mezcla hasta conseguir el punto deseado, procurando que quede bien dorada por ambos lados, y ya está: que aproveche.