23 de febrero de 2014

Tomates rellenos de mozzarella y albahaca

Tomate,  mozzarella, albahaca y aceite de oliva. He aquí la fórmula mágica para conseguir un milagro lleno de sabor y aroma, refrescante y sabroso, nutritivo y saludable. Una guarnición ideal para un plato de pescado a la plancha, un entrante ligero o, troceado, un apetitoso aliño para unos espaguetis. Y tan sencillo de preparar que casi ni hace falta entrar en la cocina. (Bueno, esto último me lo he inventado yo... que hubiera dicho Pablo Guerrero, el de la barba en flor.) Para conseguir todo esto sólo se requieren materiales de calidad: auténtico mozzarella de búfala, albahaca fresca, el mejor aceite de oliva virgen... Y unos buenos tomates, lo que en los tiempos que corren no resulta tan fácil. Yo he elegido unos de la marca kumato (vea la nota al final de esta entrada.) Es un buen tomate para comer crudo, de carne firme aún estando bien maduro y de saber algo más dulce que el tomate tradicional; es de un color rojizo-verdoso oscuro por lo que también se le llama tomate negro. Para mi gusto, su piel  dura es poco agradable al paladar, así que es recomendable pelarle antes de comerle.

Ingredientes para cuatro personas
8 tomates maduros
300 gr de mozzarella
Un ramillete de albahaca
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta

  • Troceamos el queso y lo reservamos sobre un colador para que escurra el exceso de líquido.
  • Escaldamos los tomates unos segundos en agua hirviendo, esperamos que entibien un poco para no quemarnos y los pelamos.
  • Cortamos una tapa en cada tomate, los vaciamos cuidadosamente y los ponemos bocabajo en un plato para que vayan escurriendo.
  • Troceamos la pulpa que hemos sacado de los tomates, retirando las semillas,  la mezclamos con el queso y la albahaca finamente picada y un chorrito de aceite.
  • Salpimentamos el interior de los tomates al gusto (recuerde que el queso suele llevar bastante sal) y los rellenamos con la mezcla de queso, albahaca y su propia pulpa.
  • Servimos con un poco de aceite a modo de salsa sobre el plato.


NOTA: Marca, sí, porque están patentados y son propiedad comercial de Syngenta una empresa dedicada a la explotación de productos agrícolas. Sobre Syngenta, sus actividades y, claro, sobre sus tomates kumato, pende la sospecha de la transgénesis, así que quizá convenga tener eso en cuenta. Las referencias encontradas en Internet sobre estos tomates van, como no podía ser de otra forma, desde lo extremadamente laudatorio cantando sus virtudes hasta lo catastrofista avisando de sus peligros. Es claro que al tratarse de una variedad comercial (y cuyas semillas sólo pueden conseguirse a través de la compañía Syngenta) hay todas las razones para sospechar. Es claro también que la UE autoriza su venta y consumo, lo que hace pensar que No es un producto transgénico, aunque creer eso dependerá de la confianza que a cada uno le merezcan los correspondientes organismos de  la UE. En definitiva: guíese por sus propios gustos y/o miedos.