Tomate, mozzarella, albahaca y aceite de oliva. He
aquí la fórmula mágica para conseguir un milagro lleno de sabor y aroma,
refrescante y sabroso, nutritivo y saludable. Una guarnición ideal para un plato
de pescado a la plancha, un entrante ligero o, troceado, un apetitoso aliño
para unos espaguetis. Y tan sencillo de preparar que casi ni hace falta entrar
en la cocina. (Bueno, esto último me lo he inventado yo... que hubiera dicho Pablo Guerrero, el de la
barba en flor.) Para conseguir todo esto sólo se requieren materiales de
calidad: auténtico mozzarella de búfala, albahaca fresca, el mejor aceite de
oliva virgen... Y unos buenos tomates, lo que en los tiempos que corren no resulta
tan fácil. Yo he elegido unos de la marca kumato (vea la nota al final de esta entrada.)
Es un buen tomate para comer crudo, de carne firme aún estando bien maduro y de
saber algo más dulce que el tomate tradicional; es de un color rojizo-verdoso
oscuro por lo que también se le llama tomate
negro. Para mi gusto, su piel dura
es poco agradable al paladar, así que es
recomendable pelarle antes de comerle.
Ingredientes
para cuatro personas
8 tomates maduros
300 gr de
mozzarella
Un ramillete
de albahaca
Aceite de oliva
virgen extra
Sal
Pimienta
- Troceamos el queso y lo reservamos sobre un colador para que escurra el exceso de líquido.
- Escaldamos los tomates unos segundos en agua hirviendo, esperamos que entibien un poco para no quemarnos y los pelamos.
- Cortamos una tapa en cada tomate, los vaciamos cuidadosamente y los ponemos bocabajo en un plato para que vayan escurriendo.
- Troceamos la pulpa que hemos sacado de los tomates, retirando las semillas, la mezclamos con el queso y la albahaca finamente picada y un chorrito de aceite.
- Salpimentamos el interior de los tomates al gusto (recuerde que el queso suele llevar bastante sal) y los rellenamos con la mezcla de queso, albahaca y su propia pulpa.
- Servimos con un poco de aceite a modo de salsa sobre el plato.
NOTA: Marca,
sí, porque están patentados y son propiedad comercial de Syngenta una empresa
dedicada a la explotación de productos agrícolas. Sobre Syngenta, sus
actividades y, claro, sobre sus tomates kumato, pende la sospecha de la transgénesis, así que
quizá convenga tener eso en cuenta. Las referencias encontradas en Internet sobre estos tomates van,
como no podía ser de otra forma, desde lo extremadamente laudatorio cantando sus virtudes
hasta lo catastrofista avisando de sus peligros. Es claro que al tratarse de
una variedad comercial (y cuyas
semillas sólo pueden conseguirse a través de la compañía Syngenta) hay todas las
razones para sospechar. Es claro también que la UE autoriza su venta y consumo,
lo que hace pensar que No es un producto transgénico, aunque creer eso dependerá
de la confianza que a cada uno le merezcan los correspondientes organismos
de la UE. En definitiva: guíese por sus
propios gustos y/o miedos.
Solamente con leer los ingredientes ya me ha conquistado la receta... qué delicia!! Y qué foto tan chula viéndose el relleno.
ResponderEliminarMe encanta la variedad Kumato (o marca) y desconocía totalmente la polémica...