18 de diciembre de 2013

Sopa de pollo con fideos

La sopa es una preparación no sólo nutritiva y apetitosa (excepto para Mafalda, claro,) sino que resulta muy reconfortante en estos días de frío, y además  permite todas las combinaciones  de ingredientes que se desee, aunque  según la RAE, la sopa sólo sea un plato compuesto de un líquido alimenticio y de rebanadas de pan, y para quien haya escrito el correspondiente artículo en Wikipedia, la sopa sólo sea una preparación culinaria que consiste en un líquido con sustancia y sabor, a lo que añade una matización realmente adecuada: una de sus características principales es que se ingiere con cuchara. Bravo. (En lo que hace a la RAE, me temo que su definición de sopa demuestra sólo que para ser académico de la lengua no se requiere mucha imaginación. Para escribir en Wikipedia, tampoco.) La sopa es, ciertamente un  plato de cuchara cuyo ingrediente básico es un caldo al que pueden, y deben, añadirse tropezones varios, cuidando, eso sí que el resultado sea armónico y grato al paladar. Cumplido eso, la mezcla puede jugar con aromas y texturas para conseguir un efecto agradable o sorprendente. Y basta de cháchara, vamos a la cocina a preparar una sencilla pero suculenta sopa de pollo.

Ingredientes para cuatro personas
Para 1 l de caldo de pollo:
                Una carcasa de pollo
                Una zanahoria
                Media cebolla
                Dos hojas de laurel
8 alitas de pollo
200 gr de fideos finos (tipo cabellín)
Un ramillete de perejil
Sal

  • Comenzamos preparando el caldo con suficiente antelación para que nos permita desgrasarlo. Ponemos en una olla con algo más de un litro de agua la carcasa de pollo, las alitas, las verduras y las hojas de laurel, salamos y dejamos hervir a fuego lento unos cuarenta o cuarenta y cinco minutos, espumando para que nos quede un caldo limpio. Retiramos del fuego, colamos, dejamos enfriar y metemos en la nevera un par de horas. De esta manera se formará en la superficie un película de grasa que será muy fácil retirar, obteniendo así un caldo rico y ligero.
  • Desmenuzamos las alitas de pollo, separando la carne limpia de piel y grasa y reservamos.
  • Una vez desgrasado el caldo, lo ponemos al fuego, y cuando rompa a hervir añadimos los fideos y dejamos hacer unos cinco minutos. Comprobamos de sal y retiramos del fuego.
  • Servimos en plato hondo o en un cuenco, con la carne de las alitas y un poco de perejil picado.