29 de octubre de 2012

Bacalao frito sobre tiras de sepia y cebolla confitada

Confieso que el bacalao es una de mis debilidades, y además en cualquiera de sus manifestaciones;  desde crudo en una rica esqueixada hasta rebozado, al horno, con arroz, con patatas… para qué seguir.  Es un pescado que además combina muy bien con casi cualquier otro ingrediente, lo que le hace apto tanto para guisos como para ensaladas conservando en cualquier caso todo su rico sabor y su delicada textura. Y ahora vamos a lo que íbamos: a preparar unos lomos de bacalao combinándolos con unas sepias y una cebolla confitada. El resultado es un plato contundente, nutritivo y muy, muy apetitoso. Y además muy sencillo de preparar. (De acuerdo, los talibanes de la dieta nos dirán que freír no es sano, pero la verdad es que caer de vez en cuando en la tentación es algo que tampoco viene mal. Si no para la salud del cuerpo, seguro que sí para la del alma…)

Ingredientes para cuatro personas
800 gr de lomo de bacalao en 4 trozos
4 sepias medianas
6 cebollas
Un vaso de vino blanco
Dos cucharadas de harina
Sal
Aceite de oliva

  • Desalamos el bacalao con tiempo suficiente (aquí puede ver cómo hacerlo.)
  • Comenzamos confitando la cebolla (vea aquí el procedimiento.)
  • Mientras, limpiamos y lavamos bien las sepias cortándolas en tiras de un centímetro de ancho y los tentáculos en trozos regulares.
  • Rehogaremos unos minutos en una cazuela con un poco de aceite.
  • Regamos con el vino, (no las encharque,  el vino debe reducir completamente, es mejor añadir si es necesario) salamos y dejamos que se hagan a fuego bajo hasta que estén tiernas, unos veinte minutos deberían bastar, pero dependerá del tamaño y calidad de la sepia: vigile y en cuanto estén tiernas apagamos el fuego pero las reservamos al calor.
  • Cuando la cebolla esté confitada la escurrimos del exceso de aceite con ayuda de un colador y la reservamos.
  • Secamos los trozos de bacalao y los enharinamos ligeramente, friéndolos en el aceite (bien caliente) en el que hemos confitado la cebolla, unos tres minutos por cada lado, y los escurrimos bien.
  • Al emplatar, colocamos las tiras de sepia, sobre ellas la cebolla confitada y sobre ella el bacalao. 
 

26 de octubre de 2012

Níscalos con jamón

Níscalos, nícalos, mízcalos… rovellons…  y  muchos nombres más para este delicado regalo del otoño, verdadera  delicia como su propio nombre (científico) indica: Lactarius deliciosus, uno de los hongos comestibles más conocidos y apreciados en gastronomía por su carne densa y compacta de olor suave y dulzón de un inconfundible color anaranjado. (A propósito de lo cual he aquí una nota curiosa: uno de sus colorantes se elimina a través del riñón dando a la orina un color que puede resultar  preocupante si se desconoce la causa…) El níscalo puede prepararse de múltiples formas: asado, guisado, a la plancha, frito… o como complemento de un  guiso de carne. Yo os propongo una forma rápida y muy suculenta de prepararlos, ideal para un aperitivo: hechos sencillamente con un poco de aceite y jamón.

Ingredientes para cuatro personas    
600 gr de níscalos no muy grandes
100 gr de jamón picado
3 o 4 cucharadas de aceite de oliva
Una pizca de sal

Limpiamos bien los níscalos de los restos de tierra que puedan tener y los cortamos en trozos no demasiado pequeños. En una sartén calentamos el aceite y rehogamos los níscalos durante siete u ocho minutos, removiendo con cuidado. Salamos ligeramente, (recuerde que el jamón ya lleva sal) y añadimos el jamón picado. Removemos y dejamos hacer tres o cuatro minutos más. Servimos… y a disfrutarlos.


22 de octubre de 2012

Garbanzos con salmón ahumado y vinagreta de cilantro

Esta ensalada es muy rica y nutritiva, ya que une las propiedades de las legumbres (proteínas, fibra y carbohidratos, vitaminas del grupo B y minerales que refuerzan el sistema inmunológico como el hierro y el magnesio) con las del salmón ahumado (un alimento recomendado especialmente para el desarrollo muscular, cuya  grasa es rica en omega-3,  lo que contribuye a disminuir los niveles de colesterol… además de ser muy rico también en vitaminas del grupo B.) Este plato es muy fácil de preparar y el resultado es tan espectacular como satisfactorio, al que la vinagreta de cilantro da un toque muy especial.

Ingredientes para cuatro personas
400 gr de garbanzos
200 gr de salmón ahumado en dados
Una cucharada de menta picada
½ cucharadita de semillas de cilantro
Cuatro cucharadas de germinados variados
Aceite de oliva
Cuatro clavos de olor
Sal

Dejamos los garbanzos en remojo la noche antes, y a la hora de prepararlos los lavamos bien al grifo y los escurrimos. Los ponemos en la olla rápida con los clavos de olor y un poco de sal y agua, justo para cubrirlos. Dependiendo del tipo de olla, en 30 – 40 minutos deberían estar. Mientras, preparamos una vinagreta (que no es tal, puesto que no usaremos vinagre) machacando en un mortero las semillas de cilantro que mezclaremos con cuatro cucharadas de aceite de oliva y la menta bien picada. Reservamos.  Cuando estén los garbanzos, los colamos y los reservamos. Añadimos dos o tres cucharadas del caldo a la vinagreta y mezclamos bien hasta emulsionar. Regamos con esta mezcla los garbanzos y dejamos reposar una media hora. Al servir, ponemos en el plato los dados de salmón junto con los garbanzos y espolvoreamos con un poco de menta picada y adornamos con los germinados aliñados con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal



19 de octubre de 2012

Fideos con alcachofas y champiñones

Aprovechando que comienzan a aparecer las primeras alcachofas de este otoño, os invito a preparar hoy un plato rico y con el que podréis sorprender a propios y extraños. Partiendo de la idea de una fideuá vegetal y con  un poco de imaginación en el acabado del plato, que montaremos al estilo del timbal, se consigue un efecto que resulta muy atractivo. La mezcla de pasta, alcachofas y champiñones junto con el jamón nos da, además, un plato muy completo y nutritivo que puede complementarse con una ensalada para tener una comida realmente apetitosa.

Ingredientes para 4 personas     
300 gr de fideos finos
6 alcachofas
250 gr de champiñones
2 tomates maduros
Una cebolla mediana
100 gr de jamón serrano picado
2 cucharadas de perejil picado
100 gr de queso emmental rallado
2 dientes de ajo
½ l de caldo de verduras
½ vaso de vino blanco
Sal
 Pimienta
Aceite de oliva

  • Pelamos y cortamos la cebolla en juliana fina, los tomates en dados y los ajos en láminas.
  • Ponemos a pochar la cebolla en una cazuela con un chorro de aceite y una pizca de sal a fuego suave. Cuando la cebolla comienza a estar trasparente añadimos los ajos y rehogamos un par de minutos. Añadimos los tomates, mezclamos bien y dejamos hacer a fuego lento unos veinte minutos, cuidando que no se queme.
  • Limpiamos ahora las alcachofas dejando sólo el corazón que cortaremos en láminas, poniéndolas inmediatamente a cocer al vapor. Entre quince y veinte minutos deberían ser suficientes.
  • Mientras, lavamos los champiñones y los cortamos en láminas. Cuando las alcachofas estén listas, apagamos el fuego y en la misma olla añadimos los champiñones, que  así se harán con el calor residual. Reservamos.
  • Añadimos el jamón y el perejil al sofrito, junto con la pimienta recién molida, dejando que se haga todo junto un par de minutos más. Comprobamos de sal y rectificamos si es necesario. (Recuerde que el queso también lleva sal y aún no lo hemos añadido.)
  • Agregamos los fideos al sofrito, mezclamos bien y regamos con el vino dejando hasta que reduzca. Añadimos el caldo, justo para cubrir el guiso, y el queso rallado y dejamos hacer a fuego vivo cinco minutos o hasta que los fideos estén hechos y hayan empapado todo el caldo.

Procedemos ahora a emplatar: ayudados con un molde, colocamos en el fondo una capa de champiñones; seguimos con una capa del guiso de fideos; ahora una capa de alcachofas, otra capa de fideos y acabamos con una capa de champiñones. Finalmente adornamos con las alcachofas y champiñones sobrantes y un poco del picadillo de jamón.

17 de octubre de 2012

Magras de ibérico al brandy con manzanas

Las carnes magras son aquellas que tienen un contenido mínimo de grasa; vale decir: sólo fibra muscular, sin tendones, cartílagos, etc.  En el caso del cerdo, concretamente las de solomillo, jamón y lomo, son carnes con mucha menos grasa que algunas otras consideradas tradicionalmente no grasas como la pechuga de pollo. (El lomo de cerdo es el corte de carne más magro que existe: sólo contiene 2,98 gramos de grasa por 100 gramos de carne. La pechuga de pollo sin piel contiene 3 gramos. Y hay que tener en cuenta que el 50% de la grasa del cerdo está constituida  por ácido oleico, el famoso omega 3, no sólo beneficioso para la salud sino considerado como el cardioprotector por excelencia.) Hay, pues, que reivindicar lo saludable de esta carne, que es, además, uno de los alimentos más ricos en proteínas, contiene vitamina B1, (por lo que  ayuda a superar el estrés y la depresión) y  vitamina B3  que es beneficiosa para el sistema circulatorio y puede ayudar a reducir el colesterol. Por su alto contenido en esta vitamina, (la  B3) la carne magra de cerdo es recomendable para combatir enfermedades como la diabetes, la artritis o el tinnitus. También aporta minerales (hierro, calcio, yodo y cinc.) Así que vamos a preparar hoy un rico guiso con  esta carne. Procure, eso sí, comprar carne de cerdo ibérico. Quizá sea un poca más cara, pero vale la pena.

Ingredientes para cuatro personas.
600 gr de magro de cerdo ibérico
Dos tomates maduros
Tres chalotas
Dos dientes de ajo
Cuatro manzanas  Granny Smith
Un vaso de brandy
Dos cucharadas de harina
El zumo de un limón
Sal
Pimienta

  • Limpiamos la carne de la grasa superficial que pudiera tener y la cortamos en dados como de dos o tres centímetros, la salpimentamos, enharinamos y reservamos.
  • Pelamos los ajos y los cortamos en láminas que freiremos ligeramente en una cazuela con aceite de oliva. Cuando empiecen a dorarse los sacamos y reservamos.
  • Cortamos en juliana las chalotas y las pochamos a fuego suave en el mismo aceite donde hemos frito los ajos.
  • Cuando las chalotas estén blandas, las retiramos, escurrimos el aceite sobrante y las reservamos.
  • Doramos la carne en esa misma cazuela.
  • Mientras, pelamos y cortamos los tomates. Cuando la carne vaya estando dorada, los agregamos junto con los ajos y las chalotas y rehogamos unos minutos, revolviendo bien. 


  • Regamos con el brandy y dejamos hervir un par de minutos a fuego vivo. Bajamos entonces el fuego a medio-bajo y tapamos la cazuela, dejando que se haga durante unos treinta o treinta y cinco minutos, vigilando que no se quede seco; si fuera necesario  añadimos un poco de agua o caldo. Pasado ese tiempo comprobamos si ya está, rectificamos de sal y apartamos los trozos de carne.
  • Trituramos la salsa con la batidora y la pasamos por el chino o por un colador, mezclando de nuevo con la carne y dejando que de un ligero hervor. Retiramos y reservamos.
  • Lavamos ahora las manzanas y las cortamos en rodajas finas que rociamos con el zumo de limón para evitar que se oxiden.
  • Calentamos la plancha o una sartén, la engrasamos con un hilo de aceite y hacemos las rodajas de manzana hasta que se vayan dorando por los dos lados.
  • Una vez hechas, las colocamos en los platos y en el centro ponemos la carne. Servimos… y a comer.

14 de octubre de 2012

Calamarcitos rellenos

El calamar es uno de los productos del mar más típicos de la cocina mediterránea, donde se prepara de múltiples formas (rellenos, fritos rebozados, a la plancha, aderezados con su propia tinta... con arroz…) El calamar es rico en proteínas, contiene grasas insaturadas, aporta vitamina E y B3 además de minerales como potasio, selenio, fósforo, yodo y zinc y tiene un bajo contenido calórico. Por el contrario tiene mucho colesterol, lo que conviene tener  en cuenta a la hora de consumirlo. Hoy os propongo una deliciosa receta, rellenando unos calamares pequeños (los llamados chipirones) con verduras variadas. La elaboración resulta un poquitín laboriosa, no difícil, así que si usted es de esas personas que entran en la cocina mirando el reloj, mejor déjelo. Esta receta es para disfrutar haciéndola… y comiéndola luego, claro.

Ingredientes para 4 personas       16 calamares pequeños  (de los llamados chipirones)
600 gr de verduras variadas
1 litro de caldo de pescado
2 cucharadas de cilantro picado
2 cucharadas de cebollino picado
75 ml de brandy
Unas hojas de rúcula
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

  • Limpiamos y lavamos cuidadosamente los chipirones (o intente seducir a su pescadero para que se los limpie…) cortando los tentáculos y las aletas que trocearemos para añadir al relleno. Reservamos.
  • Picamos en juliana bien fina las verduras (yo he utilizado pimiento rojo y verde, rabanitos, cebolleta, calabacín y tomate, pero use las que usted prefiera)
  • En una sartén con un poco de aceite ponemos todas las verduras, excepto el calabacín y el tomate; salamos y rehogamos a fuego lento. Deben pocharse sin quemarse.
  • Cuando empiecen a estar hechas, añadimos el calabacín, el picado de los tentáculos y aletas de los chipirones y el tomate, mezclamos bien y dejamos que acaben de pocharse.
  • Agregamos el brandy, subimos un poco el fuego y esperamos que reduzca. Retiramos y escurrimos el aceite sobrante con ayuda de un colador.
  • Probamos, rectificamos de sal si es necesario, añadimos el cilantro, el cebollino la pimienta al gusto y reservamos cuatro cucharadas que usaremos para preparar la salsa.
  • Procedemos a rellenar los calamarcitos ayudándonos de una manga pastelera (si no, una cuchara pequeña también sirve…) y los cerramos con un palillo para evitar que se salga el relleno. Reservamos.
  • Trituramos con la batidora el pochado que habíamos reservado junto con una par de cucharadas de caldo de pescado, pasando luego esta crema por el chino o por un colador. Aclaramos con el caldo de pescado hasta conseguir una salsa ligera. Si  nos quedara demasiado líquida, dejamos reducir un poco y la reservamos al fuego sin  dejar que hierva.
  • En una sartén antiadherente, o en la plancha, ponemos un hilo de aceite y salteamos los calamarcitos. Unos  ocho minutos, dándoles vuelta de tanto en tanto, serán suficientes.
  • Finalmente, retiramos los palillos, emplatamos artísticamente y servimos acompañados de la salsa y adornados con unas hojas de rúcula. 


12 de octubre de 2012

Blancanieves


Pablo Berger
Me parece que otra vez voy a quedarme solo frente al unánime clamor laudatorio con que público y crítica han acogido este engendro mal llamado cine. No sé qué razón puede haber para hacer en este momento películas mudas, aparte del exceso de afán por ser original… lo que seguramente significa, en el fondo, que se tiene poco que decir y además no se sabe cómo decirlo. Pablo Berger se ha apuntado al carro de esta excéntrica moda y ha montado en esta Blancanieves un tinglado tan aparatoso, visualmente, como vacío de contenido. Cierto que Kiko de la Rica consigue a veces imágenes de enorme fuerza plástica que evocan al mejor cine antiguo, (y alguno moderno: las referencias conscientes o no a Tim Burton, por ejemplo, son claramente perceptibles en más de una ocasión) pero el uso de una fotografía muy contrastada  y cuasi desenfocada, o el empleo de carteles con los diálogos, aunque remite a los viejos tiempos, no son sino trucos marrulleros y fáciles imitaciones de las  carencias técnicas de otras épocas, no aportaciones originales al lenguaje cinematográfico. Todo ello hace que haya algo profundamente falso y, claro, artificioso en esta moda, o lo que sea, porque, naturalmente,  los directores de hoy no tienen ya el desconocimiento de los recursos expresivos del sonido, no son inocentes. A ver si me explico: estos directores que hoy juegan a hacer cine mudo están fingiendo que no conocen las reglas sintácticas de la narración con imágenes mezcladas con sonido, pero están, sin embargo aplicándolas. Y lo hacen, por lo general, de una forma tan retorcida como ingenua, echando mano de una banda sonora en la que la música ocupa y usurpa el lugar de la palabra, (y en el caso que nos ocupa, con excesiva agresividad; ) el resultado es un producto que no es lo que dice ser, que en realidad es un híbrido que no acaba por ser ni cine mudo ni cine sonoro: una estafa en la que un equivocado estilo narrativo, demasiado moderno entra en clara contradicción con la forma, es decir, la manera, en que se relata, como no podía ser de otro modo. 


En cuanto al guión sobre el que se asienta todo este invento, Berger ha amontonado tal cantidad de tópicos y folclóricos lugares comunes queriendo hacer una parodia, supongo, de cierto cine español, que casi consigue hacer una caricatura de una parodia, lo que hubiera estado muy bien… de haberlo conseguido. (Que los momentos de humor, en la peor tradición del cine ñoño, estén a cargo de un pollo de nombre Pepe es no sólo sonrojante sino indignante…)  La narración avanza  con buen ritmo, es cierto,  (y hay que felicitar por ello al equipo de montaje) aunque hay poco que contar y lo que se cuenta carece del menor interés y se hace de forma tan plana como previsible, (…el uso abusivo del gran angular es un buen ejemplo de la pereza mental que impregna toda la película…) y cuando no es así se pasa al extremo contrario, con momentos especialmente desafortunados gracias al afán desmedido del director por lo granguiñolesco, como ocurre en las secuencias de la sesión de fotos con el cadáver…   En cuanto a los actores, todos sin excepción sobreactúan exageradamente incluso para una película muda, con lo que sólo consiguen convertir a sus personajes en caricaturas de caricaturas, privándoles así de la poca credibilidad que, incluso como caricaturas, pudieran tener. Una idea malograda, en suma. Y una película perfectamente prescindible.
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 Ficha:
Título original: Blancanieves
Año de producción: 2012
Duración: 104 min.
País: España
Dirección: Pablo Berger

Guión: Pablo Berger
Música: 
Alfonso de Vilallonga
Fotografía:Kiko de la Rica

Reparto:  Macarena García, Maribel Verdú, 
                      Sofía Oria, Daniel Giménez Cacho,
                      Angela Molina, Pere Ponce, 
                      Josep María Pou, Inma Cuesta, 
                      Ramón Barea, Emilio Gavira, 
                      Sergio Donado, Oriol Vila
Género: Drama

11 de octubre de 2012

Bacalao con bechamel de setas

Variación de una receta que he visto en algún blog, esta preparación de bacalao resulta muy satisfactoria. Une el delicado sabor del pescado con la cremosidad de una bechamel y el aroma de las setas. Y además es muy fácil de hacer. Todo lo que se necesita es un bacalao de buena calidad, desalarlo con cuidado como se explica aquí,  (si es posible, no utilice esa aberración que es el bacalao congelado) y cocinarlo muy brevemente. Sus comensales s e chuparán los dedos.

Ingredientes para cuatro personas.
4 lomos de bacalao (unos 600 gr)
500 cl de leche (sobrará)
2 – 3 cucharadas de harina
400 gr de setas variadas
Dos cucharadas de perejil picado
Un vasito de vino blanco
Sal
Pimienta
Nuez moscada

  • Ponemos el bacalao ya desalado y limpio de espinas en una cazuela y lo cubrimos con la leche
  • Llevamos al fuego y en cuanto rompe a hervir la leche lo retiramos y dejamos reposar hasta que esté tibio.
  • Mientras, cortamos en láminas unos 100 gr de las setas y las reservamos
  • Troceamos el resto de las setas en juliana fina, pero recuerde que al cocinarlas las setas merman mucho. Esta “juliana fina” no debe  serlo demasiado.
  • Rehogamos a fuego lento esta juliana con una chorrito de vino blanco hasta que reduzca el agua que sueltan. Reservamos.
  • Sacamos los lomos de bacalao y los colocamos en una fuente de horno sobre las setas cortadas en láminas. Colamos la leche.
  • Tamizamos ahora la harina sobre las setas rehogadas, agregamos el perejil y removemos bien. Añadimos la leche tibia en la que hemos cocido el bacalao y vamos haciendo la bechamel que no debe quedar muy espesa. Salpimentamos y sazonamos con la nuez moscada.
  • Vertemos la  bechamel sobre el bacalao y lo llevamos al horno, que tendremos precalentado a 180º, dejándolo unos diez minutos. Gratinamos otros cinco minutos… y ya está.

 
Sea prudente con la sal, recuerde que el punto dependerá de cómo esté de desalado el bacalao. Seguramente le sobrará leche, así que guárdela en la nevera (aguanta bien unos cuantos días) y aprovéchela después para hacer unas croquetas de pescado, por ejemplo…

8 de octubre de 2012

El artista y la modelo


Fernando Trueba
Es esta una película inusual en el cine de Trueba, director más dado a la comedia en cuyo género ha cosechado sus mayores éxitos, como Belle Époque de 1992 con la que logró el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, o La niña de tus ojos, de 1998. Es también una buena noticia porque precisamente desde 1998 la carrera de Trueba parecía seguir un curso más bien errático, y donde salvo el documental-musical Calle 54 de 2000 poca cosa interesante hay que reseñar en su obra de todos estos años. Pero aquí estamos ante una película de gran fuste, una obra mayor de apabullante madurez realizada con una sabiduría extraordinaria. Es esta El artista y la modelo una sutilísima indagación en el misterio de la creación artística… y en el  misterio de las relaciones humanas, sobre todo: en el amor, la solidaridad…. el erotismo.  Ambientada en los años 40, cuenta con extrema delicadeza y pudor la relación entre un viejo escultor y una joven fugada de un campo de refugiados. Narrada con un ritmo pausado en el que la tensión erótica, apenas perceptible pero siempre subyacente (verdadero eje de la historia, a mi juicio), se va acumulando en un crescendo perfectamente medido, aliviado por breves digresiones de  mínimas tramas secundarias inteligentemente insertadas en el relato, alguna irónica como la de los niños que espían el desnudo de la modelo, alguna dramática como el maquis al que la joven ayudará a pasar la frontera… o el oficial nazi admirador del viejo escultor… 


Tensión que estallará en uno de los momentos sensuales (y sexuales) más intensos que yo recuerdo en el cine, (esa mano arrugada del viejo escultor acariciando la cadera de la joven modelo, esas manos de la joven modelo acariciando la cara arrugada del escultor…) un instante de cine en estado puro de una delicadeza abrumadora, una maravilla que deja sin aliento y conmueve. Ese ritmo pausado no decae en ningún momento, Trueba lo mantiene con pulso firme, e incluso en los momentos de mayor tensión hay una sensación de serenidad que paradójicamente contribuye a realzar esa tensión, como en las escenas con el oficial nazi. Los críticos han destacado como curiosidad que no haya música en esta película. No hace falta, en realidad, pues toda ella es pura música, un melancólico adagio subrayado por una fotografía de Daniel Vilar en un suntuoso blanco y negro que en ocasiones remite a lo más luminoso del cine de Renoir (el ambiente, la época, algún personaje secundario…) y que es uno de los grandes aciertos de este filme. Extraordinaria la labor de todos los intérpretes, con el inmenso Jean Rochefort a la cabeza perfectamente secundado por una Aida Folch que dosifica magistralmente las emociones de su personaje, o la impagable aparición de una espléndida Claudia Cardinale… Película absolutamente recomendable, un lujo en estos tiempos de cine basura.



Ficha:
Título original: El artista y la modelo
Año de producción: 2012
Duración: 104 min.
País: España
Dirección: Fernando Trueba
Guión: Fernando Trueba, Jean-Claude Carriere

Música: 
Fotografía: Daniel Vilar

Reparto:  Jean Rochefort, Aida Folch, 
                      Claudia Cardinale, Chus Lampreave,  
                      Götz Otto, Christian Sinniger
Género: Drama

6 de octubre de 2012

Empanada de otoño

Claro, no es que vayamos a coger 400 gramos de otoño, ponerlos entre dos láminas de masa y hornearlo… pero casi. Porque para el relleno de esta empanada que hoy os propongo utilizaremos dos de los productos más ricos y representativos de la estación: la calabaza y las setas, que ya empiezan a llegar. La mezcla de sabores y texturas  de estos ingredientes ligados por la cebolla y realzados por el tomillo consiguen un relleno muy jugoso y aromático al que los piñones añaden un toque crujiente muy acertado. Fácil de preparar y muy sabrosa. La masa se puede comprar ya preparada, en el mercado hay varias de excelente calidad. Pero si quiere, puede hacerla en casa, en la Red encontrará multitud de recetas para ello.

Ingredientes
Dos láminas de masa para empanadas              
300 gr de pulpa de calabaza
300 gr de setas variadas
Una cebolla mediana
Dos cucharadas de perejil picado
Una cucharada de  hojas de tomillo fresco
Dos cucharadas de piñones
Un chorro de brandy
Un huevo
Sal
Pimienta

  • Cortamos la calabaza y las setas en juliana no muy fina,  la cebolla en aros y luego en tiras y mezclamos todo en un cuenco. Espolvoreamos con el tomillo y regamos con un buen chorro de brandy y dejamos macerar durante un par de horas.
  • Al cabo de ese tiempo ponemos todo en una cazuela a fuego lento, salpimentamos y dejamos hacer hasta que las verduras estén tiernas pero no muy blandas, al dente. Las haremos sin añadir agua, para que se cuezan en su propio jugo. Ojo, que no se peguen. Apartamos y reservamos hasta que enfríen.
  • Tostamos ligeramente los piñones en una sartén y reservamos
  • Ponemos una hoja de papel cebolla sobre la bandeja de horno y encima una de las láminas de masa que pincharemos con un tenedor.
  • Esparcimos el relleno sobre esta lámina, procurando dejar un par de centímetro de borde para poder cerrar la empanada.
  • Cubrimos con la otra lámina de masa y cerramos bien los bordes. No olvide hacer un agujero en el centro para que el relleno respire.
  • Decoramos a nuestro gusto, pintamos con huevo batido y llevamos al horno, previamente calentado a 180º, hasta que la masa esté cocida.

2 de octubre de 2012

Espaguetis gratinados

Una receta rica y suculenta para preparar un plato de pasta. Las hierbas usadas para condimentar esta receta proporcionan un carácter muy especial al plato, que se acentúa con el sabor ahumado de la panceta y del queso scamorza, y es tan fácil de preparar como satisfactorio es el resultado.


Ingredientes para 4 personas    
300 gr de espaguetis
150 gr de queso scamorza ahumado
200 gr de panceta ahumada
Una cebolla
200 gr de espárragos verdes
Una cucharada de cilantro picado
Una cucharada de perejil picado
Aceitede oliva
Pimienta
Sal

Pelamos la cebolla, la picamos en juliana no muy fina y la ponemos a pochar a fuego suave con un chorro de aceite de oliva y una pizca de sal. Cuando comience a ponerse transparente la retiramos, la escurrimos bien y la reservamos. Picamos los esparrágos en trozos pequeños (como de un centimetro) y los rehogamos unos minutos con una pizaca del aceite de pochar la cebolla. Añadimos la panceta cortada en dados y dejamos hacer hasta que suelte la grasa y comience a dorarse. Retiramos, escurrimos bien del aceite y reservamos. Cocemos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante y cuando esté la escurrimos y en una fuente apta para horno la mezclamos con el sofrito de cebolla, panceta y espárragos. Añadimos el cilantro, el perejil y la mitad del queso rallado. Mezclamos bien, salpimentamos (ojo con la sal, el queso scamorza tiende a ser saladao, y también la panceta lleva ya sal...) cubrimos con el resto del queso también rallado y ponemos en el horno (previamnete calentado) a 180º durante unos diez minutos o hasta que el queso funda. Finalmente gratinamos unos minutos... y a la mesa.