28 de febrero de 2013

Alubias blancas con verduras

NOTA: Como parece que algunos amables lectores tienen dificultad para encontrar las alubias, aclaro que alubias y judías son la misma cosa. Así que tranquilos, mis queridos amigos: las alubias no faltan. Simplemente unas veces las llamo alubias y otras judías... (Cuestión de enriquecer -también- el lenguaje.)

Por estas tierras aún sigue haciendo un frío que pela como decían en mi pueblo, (mientras escribo esto veo caer la nieve detrás de la ventana.) Así que vamos a preparar un reconfortante plato de cuchara. Por su alto contenido proteínico, su riqueza en hidratos de carbono y fibra, minerales y vitaminas, las legumbres son una acertada solución para una comida sana y además rica al paladar. Habría que hacer una reivindicación de las legumbres, olvidar tópicos que  las asocian con absurdas ideas sociales (pobreza frente al consumo de carne considerado símbolo de riqueza, por ejemplo, o considerar su consumo como una cierta grosería gastronómica en contraposición a un falso refinamiento que las desprecia.) La forma tradicional de prepararlas, en estofados con abundantes añadidos de productos del cerdo (tan ricos, eso sí) las ha convertido en un plato del que huyen como de la peste los adeptos de y los adictos a las dietas de adelgazamiento y otros talibanes del placer del bien comer, pero pueden prepararse de muchas otras maneras no tan calóricas e igualmente suculentas. El problema de la flatulencia puede solucionarse con la adicción de una cucharadita de semillas de hinojo o de comino, lo que proporciona a demás un rico aroma y sabor a nuestra receta. Y basta de retórica. Vamos a preparar unas sencillas judías blancas con verduras: reconfortantes, como decía y realmente deliciosas.

Ingredientes para cuatro personas
400 gr de alubias blancas
Dos patatas medianas
Una cebolla
Un pimiento verde
Dos zanahorias
Un vasito de vino blanco
Una cucharadita de semillas de hinojo
Dos dientes de ajo
Dos hojas de laurel
Aceite de oliva
½  cucharadita de pimentón
Sal
Pimienta

  • Pondremos las judías en remojo la noche antes, y cuando nos pongamos a prepararlas las escurrimos y las lavamos bien al agua el grifo.
  • En la olla exprés ponemos los ajos enteros pero con un golpe para aplastarlos un poco, las judías, las semillas de hinojo, sal y un toque generoso de pimienta recién molida. Cubrimos con agua y dejamos hervir unos veinticinco minutos desde que comience a salir vapor.
  • Cuando ya estén, dejamos despresurizar la olla, colamos y reservamos. (Usaremos el caldo para cocinar las verduras.)
  • Lavamos y pelamos las verduras,  las troceamos en pequeños dados y las ponemos juntas  a pochar con un chorro de aceite y un poco de sal.
  • Cuando la cebolla comience estar trasparente añadimos el pimentón y rehogamos un par de minutos más.
  • Regamos con el vino, dejamos reducir y añadimos caldo justo para cubrir las verduras. Agregamos las hojas de laurel y dejamos a fuego bajo hasta que estén tiernas, vigilando que no se queden sin caldo.
  • Agregamos entonces las judías, mezclamos bien y damos un ligero hervor. Comprobamos de sal , apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.

26 de febrero de 2013

Croquetas de bacalao

Una nueva receta de dos de mis vicios personales: las croquetas y el bacalao, juntos esta vez en una deliciosa combinación. Como ya hemos dicho alguna vez, el secreto de unas buenas croquetas está en la besamel y sobre todo en la fritura: ha de hacerse con el aceite muy caliente para que se forme una costra crujiente y resulte jugoso el interior, lo que nos lleva a la manera de preparar la masa, que debe quedar no demasiado espesa aunque con la suficiente densidad como para poder manejarla, dejando de cocinarla cuando se despegue de la sartén. La cebolla o el puerro ayudan a conseguir mayor cremosidad y deben picarse en juliana muy fina, mientras que el bacalao (en este caso: vale igual para el pollo, jamón… o lo que sea que empleemos) debe desmenuzarse  de manera que luego sea reconocible su textura al comerlas.  Y  basta de teoría, vamos a la práctica.

Ingredientes
250 gr de bacalao
Una cebolla
125 gr de harina
500 cl de leche
50 gr de mantequilla
Dos huevos
Pan rallado
½ cucharadita de nuez moscada
Aceite de oliva
Sal
Pimienta

  • Ponemos el bacalao, ya desalado, en un cazo con la leche y lo llevamosa fuego suave hasta que rompa a hervir. En ese momento lo retiramos y esperamos que temple.
  • Desmenuzamos el bacalao y reservamos.
  • Picamos en brunoise (juliana muy fina) la cebolla y la ponemos a pochar, a fuego suave, con un chorro de aceite y una pizca de sal.
  • Mientras, tostamos ligeramente la harina, cuidando que no se queme,  para quitarle el sabor a crudo. Reservamos.
  • Cuando la cebolla esté ya pochada, pero sin que tome color, retiramos y escurrimos bien del exceso de aceite.
  • En la misma sartén ponemos la mantequilla y cuando haya fundido agregamos la cebolla y el bacalao desmenuzado, la nuez moscada, sal y pimienta. Tamizamos la harina y rehogamos un par de minutos removiendo bien.
  • Vamos añadiendo poco a poco la leche en la que hemos confitado el bacalao, según nos lo vaya pidiendo la masa, removiendo constantemente para evitar los grumos y siempre a fuego suave. (Comprobamos de sal y rectificamos si hace falta)
  • La masa estará lista cuando se despegue de la sartén. Si quedara demasiado dura añadiremos un poco más de leche, removiendo bien siempre.
  • Volcamos en una fuente y dejamos reposar tapado con film trasparente para que no se reseque. Mejor dejar de un día para otro.
  • Formamos entonces las croquetas, las pasamos por huevo batido y pan rallado y las freímos en aceite muy caliente, vuelta y vuelta para que se pongan doraditas y crujientes y escurrimos sobre papel absorbente.
  • Pueden servirse con una ensalada verde aliñada con aceite de oliva y un poco de sal, o utilizarlas como tapa con una cerveza o un vaso de vino.

 

23 de febrero de 2013

Ensalada tibia de habas con langostinos


Una nueva receta de habas, ahora que las tenemos frescas y de temporada. Vamos a combinarlas con unos langostinos y unas láminas de ajo, en una sencilla y muy sabrosa preparación rica en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el yodo, muy abundante en los langostinos. 




Ingredientes para cuatro personas

1 kg de habas

16 langostinos

Dos o tres dientes de ajo
Aceite de oliva
Sal



  • Desgranamos las habas y las hacemos al vapor, unos quince minutos o hasta que estén tiernas.
  • Retiramos del fuego y dejamos templar. Podemos pelarlas, si queremos: ganan en presentación aunque es un trabajo tedioso y quitamos buena parte de la fibra que contienen. Por el contrario, resultarán menos flatulentas.
  • Pelamos y cortamos los ajos en láminas y los doramos con un chorrito de aceite. Retiramos y reservamos.
  • En ese mismo aceite salteamos un par de minutos los langostinos y los pelamos, reservando la carne.
  • Añadimos un poco más de aceite en la sartén y sofreímos unos minutos las cabezas y pieles de los langostinos  a fuego bajo. Colamos y reservamos este aceite.
  • Mezclamos las habas con los langostinos y las láminas de ajo, salpimentamos al gusto, regamos con el aceite de freír las cabezas y las pieles y servimos.

 

21 de febrero de 2013

Ensalada de pollo con queso de cabra

Una de las ventajas de las ensaladas es que en un mismo plato suelen unirse de forma armónica ingredientes variados para conseguir un alto valor nutritivo. Al ser, además, mayoritariamente vegetales sus componentes, es posible darse algún pequeño capricho al prepararla y añadir alimentos más energéticos. Es una opción válida en cualquier momento, agradable tanto al paladar como a la vista; y muy sana, puesto que al no estar cocinados los elementos que la componen se aprovechan todas sus propiedades nutricionales. En esta ensalada que os propongo ahora el pollo y el queso de cabra ponen el complemento proteínico a los vegetales, y las hierbas aromáticas añaden sabor y frescura a nuestro plato.

Ingredientes para cuatro personas
Dos tomates
Un  aguacate
Una bolsa de hojas variadas
Cuatro medallones de queso de cabra
12 alitas de pollo (sólo la parte del alón)
Una cucharada de estragón
3 - 4 ramitas de yerbabuena
El zumo de un limón
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de manzana
Sal
Pimienta

  • Tendremos dispuestos los alones de pollo que habremos cocinado a nuestro gusto: asados o hervidos con algunas verduras, lo que en este caso nos proporcionará además un rico caldo que podemos congelar y guardar para otras preparaciones. En cualquier caso, desmenuzamos la carne, que al quedar limpia de grasas resulta más ligera, y la ponemos en un cuenco grande.
  • Lavamos los tomates y los troceamos en dados no demasiado pequeños. Salamos ligeramente, los espolvoreamos con el estragón y los añadimos a la carne del pollo.
  • Pelamos y troceamos el aguacate en dados también del tamaño aproximado de los de tomate, los rociamos con el zumo de limón y los unimos con los otros ingredientes.
  • Agregamos la hierbabuena picada con los dedos y mezclamos todo muy bien. Comprobamos de sal y rectificamos si es necesario.
  • Preparamos una vinagreta con el aceite de oliva, el vinagre de manzana y pimienta al gusto, mezclamos bien (las cantidades irán también al gusto del consumidor…) y aliñamos con ella las hojas de ensalada y el resto de los ingredientes por separado.
  • Finalmente colocamos en cada plato unas cuantas hojas y unas cucharadas de la mezcla de tomate, aguacate y pollo. Completamos con un medallón de queso de cabra.

 

19 de febrero de 2013

Arroz meloso con bacalao y pimientos rojos


Otro plato de arroz y bacalao, meloso  esta vez, esa forma de preparar el arroz que consigue ese punto cremoso tan especial al que en este caso ayuda la textura gelatinosa del pescado. Es en realidad, esta receta, una variación sobre el arroz meloso de bacalao y pimientos del piquillo que es típico de algunas zonas de Barcelona en el que, entre otras cosas, aquí he sustituido los pimientos del piquillo por unos morrones. El resultado es muy satisfactorio y constituye un plato completo y muy nutritivo.



Ingredientes para cuatro personas

400 gr de arroz

300 gr de bacalao

Una cebolla

Un pimiento rojo

Un tomate maduro

Tres dientes de ajo

Unas hebras de azafrán

Un vasito de vino blanco

Sal

Aceite de oliva



  • Ponemos el bacalao, convenientemente desalado,  en un cazo con agua a fuego mínimo y dejamos hasta que rompa  hervir, momento en el que lo retiramos. Cuando haya templado desmenuzamos el bacalao, que reservamos, y conservamos el caldo, con el que vamos a cocinar nuestro arroz.
 

  • En una sartén con un chorro de aceite doramos los ajos laminados. Los retiramos y los reservamos.
  • Pelamos la cebolla, la cortamos en aros y luego en tiras y la pochamos a fuego lento con una pizca de sal en el aceite de dorar los ajos. Cuando ya vaya estando añadimos el tomate pelado y troceado y rehogamos unos minutos más.
  • Quitamos el exceso de aceite y añadimos ahora el arroz dejando rehogar, regamos con el vino blanco y cuando haya reducido agregamos el caldo del bacalao hirviendo, (una medida y media de caldo por cada medida de arroz) los ajos que habíamos reservado, salamos, y dejamos diez minutos a fuego vivo, vigilando que no se seque, al cabo de los cuales bajamos el fuego agregamos el pimiento cortado en tiras y dejamos que se vaya haciendo, removiendo la  cazuela de tanto en tanto y añadiendo más caldo, siempre hirviendo, según se vaya quedando seco.
  • Cuando falten entre cinco y ocho minutos para que esté, añadimos los trozos de bacalao y el azafrán triturado en el mortero y con una par de cucharas del caldo y rectificamos de sal si es necesario.
  • Cuando el arroz ya está en su punto pero aún queda un poco de caldo, apagamos el fuego, dejamos reposar cubierto con un paño de cocina y cuando ya no quede caldo, pero aún no esté seco, servimos.

 

17 de febrero de 2013

Espaguetis con salsa de foie

He aquí una receta sencilla pero con un resultado en verdad brillante: la salsa de foie da un carácter especialmente suntuoso a unos simples espaguetis. Su suave textura resaltada por el leve dulzor del puerro y la chalota, y avivado por dos especias picantes como la nuez moscada y la pimienta consiguen un toque muy especial para la pasta a la que acompañan. Un único requisito para conseguir una salsa realmente deliciosa: elija un foie de calidad.

Ingredientes para cuatro personas
400 gr de espaguetis
150 gr de foie
Dos puerros
Dos chalotas
100 gr de mantequilla
125 cl de leche
Nuez moscada
Un vasito de brandy
Pimienta
Sal

  • Pelamos puerros y chalotas, los picamos en juliana muy fina y los pochamos en la mantequilla con un poco de sal en un cazo a fuego bajo. Unos diez minutos serán suficientes.
  • Cuando ya esté, remojamos con el brandy y dejamos evaporar.
  • En otro cazo ponemos la leche a fuego muy bajo y desleímos en ella el foie, removiendo bien para deshacerlo lo mejor posible. Dejamos hasta que rompa a hervir y entonces lo añadimos al pochado de puerro y chalota y mezclamos bien, dejando que se haga a fuego suave otros cuatro o cinco minutos removiendo para evitar que la leche se pegue y coja sabor.
  • Trituramos todo bien con la batidora, añadimos pimienta y nuez moscada al gusto (pero no sea tacaño con estas especias) comprobamos y rectificamos de sal si es necesario, mezclamos bien y reservamos al calor. (Puede dejarse al baño María a fuego suave.)
  • Cocemos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante o dejando que quede a nuestro gusto. Escurrimos y servimos con la salsa por encima.

 

15 de febrero de 2013

Huevos marmolados rellenos de aguacate y salmón ahumado

Rellenarlos es una forma apetitosa de preparar un alimento tan sano y nutritivo como los huevos, injustamente tachados de hipercalóricos y de incrementar el colesterol. Sin embargo el huevo es rico en  vitaminas A, D, E y del grupo B y ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tiene además un alto contenido en proteínas de muy alta calidad. Por lo que se refiere a la cantidad de huevos que es prudente consumir, hay tantas opiniones como expertos consultados, aunque alrededor de tres huevos a la semana es una cantidad recomendable. En cuando a esto de los huevos marmolados parece que es un invento de la cocina china para decorar unos sencillos huevos duros. Su elaboración es muy sencilla y el resultado es tan vistoso que siempre despierta oleadas de admiración. Todo lo que se necesita es una cucharada de té preferiblemente negro para que el dibujo salga más oscuro, aunque cualquier otro vale, o incluso un colorante alimentario. A notar que el proceso no influye en el ssabor final.  Se hierven los huevos de manera  normal durante ocho minutos. Se sacan entonces y se golpea la cáscara con una cuchara con el fin de romperla de forma irregular, pero teniendo cuidado de no reventar el huevo, claro. Se introducen otra vez en el agua caliente donde habremos puesto la cucharada de té, se hierven otros cuatro minutos y se dejan en el agua durante al menos tres o cuatro horas, mejor si es toda la noche. Después de eso se pelan cuidadosamente y ya tenemos nuestros huevos marmolados. Si quitamos la telilla que separa la clara de la cáscara tendremos el dibujo más tenue, mientras que será más intenso si la dejamos: al gusto. Y ahora vamos a preparar nuestros huevos rellenos.

Ingredientes para 4 personas
8 huevos lo más frescos posible
Un aguacate maduro
100 gr de salmón ahumado
Una cebolleta
Un manojillo de cilantro
Una bolsa de rúcula
Aceite de oliva
El zumo de un limón
Sal
Pimienta

  • Preparamos los huevos la noche antes para que nos queden bonitos con el marmolado bien estampado. En el momento de prepararlos los pelamos cuidadosamente y los cortamos  un trozo por el extremo más agudo para extraer la yema y rellenarlos y un poco menos por el extremo más grueso para que se tengan de pie.
  • Extraemos la yema con  ayuda de un cuchillo de punta fina. No importa que se rompa y salga en trozos, puesto que vamos a triturarla. Procuramos no romper la clara, eso sí. Reservamos.
  • Pelamos el aguacate y sacamos la carne que trituramos con un tenedor como si fuéramos a hacer guacamole y la mezclamos con la yema. Rociamos con el zumo de limón y salpimentamos.
  • Pelamos y cortamos en juliana muy fina la cebolleta y la mezclamos con el aguacate.
  • Troceamos en picadillo menudito el salmón y lo mezclamos también con el aguacate y la cebolleta.
  • Agregamos el cilantro también bien picado, mezclamos muy bien y rellenamos los huevos ayudándonos con una cucharilla o una manga pastelera y los servimos acompañados de la ensalada de rúcula y adornado con un poco de yema rallada.


13 de febrero de 2013

Alubias pintas con tomate y pimientos asados

Aunque se acostumbra a cocinar las legumbres en estofados y en potentes y contundentes guisos con el añadido de tocino, jamón, chorizo y otras delicias, hay que convenir que por muy apetitosas que así sean, que lo son, no parece recomendable abusar de tales delicatessen. Así que como las legumbres son un alimento del que no se debe prescindir, conviene acudir a la imaginación para prepararlas de forma menos agresiva y poder así disfrutar de sus cualidades, que son muchas, sin poner en peligro nuestra línea  ni nuestras arterias. Como en ensalada, por ejemplo. O como en este caso mezcladas con una rica salsa de tomate y acompañadas de unos pimientos asados. Una receta fácil y sorprendentemente rica.

Ingredientes para 4 personas 
400 gr de alubias pintas
4 tomates maduros
4 chalotas
Dos pimientos rojos
Dos dientes de ajo
Cuatro clavos de olor
Media cucharadita de cominos
Una cucharada de perejil
Aceite de oliva
Sal

  • Conviene comenzar asando los pimientos con suficiente antelación, mejor el día antes, (vea aquí una forma de hacerlo aunque en este caso no haría falta aliñarlos) así como poner en remojo las alubias también la noche antes.
  • Ponemos las alubias bien lavadas y escurridas en la olla exprés junto con los dientes de ajo pelados, los cominos y los clavos de olor. Salamos con cuidado y las dejamos hacerse durante unos veinticinco minutos desde que comience a salir el vapor.
  • Mientras, pelamos y cortamos en juliana las chalotas y las ponemos a pochar, a fuego suave, con un chorro de aceite y una pizca de sal.
  • Pelamos y troceamos los tomates y cuando las chalotas estén blandas los añadimos a la sartén junto con una pizca de azúcar y dejamos hacer unos veinte minutos a fuego suave, o hasta conseguir una salsa concentrada.
  • Colamos las alubias y las mezclamos con la salsa de tomate, distribuimos en los platos y servimos acompañadas por los pimientos asados y un poco de perejil picado.


 

11 de febrero de 2013

Gallo al horno con verduras

En este caso, el gallo es ese pescado perteneciente a la familia de los peces planos como el lenguado  o el rodaballo. Es un pescado de carne suave y delicada, aunque no tanto como la del lenguado, con el que a veces se confunde (por lo que hay que tener cuidado a la  hora de comprar lenguado para que no nos den gato por liebre, quiero decir: gallo por lenguado, sobre todo porque este suele ser más caro.) Esta receta es una versión del clásico gallo al horno al estilo ibicenco en donde se ha cambiado el vino blanco por un chorrito de vermut blanco, se ha añadido una mezcla de hierbas aromáticas, y se ha sustituido el aceite por mantequilla.  Sólo hay que cuidar el punto de cocción para que el pescado no quede demasiado seco y tendremos un plato rico en aromas y de un sabor suave y muy delicado que hará las delicias de nuestros comensales.

Ingredientes para cuatro personas
Cuatro gallos de ración
Dos patatas grandes
Una cebolla
Un pimiento verde
Dos tomates maduros
Un vaso de caldo de pescado
Dos cucharadas de cebollino
Dos cucharadas de eneldo
Dos cucharadas de estragón
Un vasito de vermut blanco
75 gr de mantequilla
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

  • Pelamos las patatas y la cebolla y las cortamos en rodajas como para tortilla. Lavamos el pimiento y lo cortamos en aros  y pochamos todo a fuego suave en una sartén con un chorro de aceite de oliva y un poco de sal. Tienen que quedar blandos pero no demasiado. Escurrimos bien del aceite y reservamos.
  • Pelamos y troceamos los tomates y los freímos con una pizca de aceite, un poco de sal y una pulgarada de azúcar en la misma sartén  donde hemos pochado las otras verduras hasta que nos quede  una salsa bastante concentrada. Reservamos.
  • En una fuente que pueda ir al horno y que nos permita taparla ponemos las verduras mezcladas con las hierbas bien picadas. Sobre ellas colocamos el pescado, que habremos salpimentado al gusto, y lo regamos con el caldo. Llevamos al horno precalentado a 200º y dejamos diez minutos, pasados los cuales añadimos el tomate, regamos con el vermut y ponemos unos dados de mantequilla sobre los gallos. Dejamos otros diez minutos, y servimos en seguida, con las verduras como guarnición.



Como de costumbre, conviene recordar que los tiempos de cocción en el horno son orientativos, y que debe fiarse de su propio horno (y sus manías) a la hora de utilizarle.

7 de febrero de 2013

Il villaggio di cartone

Ermanno Olmi
Cine sobre el que planean los postulados éticos y estéticos de un neorrelaismo del que Olmi se puede considerar continuador, y a los que nunca ha renunciado del todo, pero recorrido por una veta de conciencia cristiana que en algún momento puede lastrar de adoctrinamiento unos planteamientos sociales de admirable calado ético, esta rara pero bellísima película plantea algunos de los dilemas que engendra esta sociedad de la desigualdad en la que nos movemos; desde la resbaladiza licitud (ética) de la violencia como arma contra la injusticia hasta el papel de una Iglesia que  como institución parece mirar hacia otro lado olvidando a los desheredados que se supone deberían de ser su grey. Formalmente, la película se mueve en un plano simbólico donde los personajes son más conceptos que personas, como el sacerdote lleno de dudas, la joven prostituta o la madre recién parida, en una iconografía que podría haber sido sacada del retablo  de alguna vieja iglesia. Símbolos y conceptos de los que Olmi se sirve en esta denuncia de la indiferencia en la que apenas hay trama; la anécdota se desarrolla en el interregno de una noche y esa falta de acción convierte la anécdota en una tesis socio-religiosa más que en una obra de ficción, lo que de alguna manera podría perjudicar al conjunto, riesgo que Olmi elude con buen oficio mostrando a sus personajes-símbolo sin énfasis, dejándolos moverse con una libertad bien controlada, aunque en algún momento ese control influya en la articulación de una narración que se torna en exceso morosa, casi teatral. 

  
Pero es en esa libertad interpretativa donde radica uno de los mejores atractivos de la película, con un extraordinario Michael Lonsdale en el papel del viejo sacerdote. Admirable el final: narrativamente perfecto, éticamente necesario, dolorosamente real. Quizá habría que haber exigido un poco más de sutileza en la elección de esos símbolos, (que Olmi otorgue la representación de la Iglesia a un viejo sacerdote que ha perdido la fe, o que los desheredados sean un grupo de inmigrantes clandestinos negros resulta demasiado obvio) pero reconozcamos que los panfletos políticos no pueden ser demasiado sutiles… y digo panfleto en el mejor sentido de la palabra y con todo el respeto que ese género me merece. Película en todo caso que vale la pena ver, que se sale de los trillados senderos de la llamada denuncia social para ofrecer una interpretación de un problema bien actual donde la belleza formal no está reñida con planteamientos más profundos. Película de visión más que gratificante que, como todo buen panfleto, acaba con una admonición que tiene mucho de profecía: “O cambiamos el curso de la Historia o la historia nos cambiará a nosotros.”





 
Ficha:
Título original: Il villaggio di cartone
Año de producción: 2011
Duración: 87 min.
País: Italia
Dirección: Ermanno Olmi
Guión: Ermanno Olmi
Música: Sofia Gubaidulina
Fotografía: Fabio Olmi

Reparto: Michael Lonsdale, Rutger Hauer,
                John Geroson,  Massimo De Francovich, 
                Alessandro Haber, Souleymane Sow
Género: Drama

5 de febrero de 2013

Bocaditos de bacalao

Es esta una sencilla receta de bacalao rebozado, apta tanto para un aperitivo como para un segundo plato de pescado si lo acompañamos de unas verduras, como aquí que he incluido unas judías verdes cortadas en tiras finas y cocidas al vapor. La única originalidad del invento, si es que lo es, radica en el rebozado, elaborado con una masa hecha con cerveza, harina y hierbas aromáticas, lo que le da un toque muy especial y agradable.

Ingredientes para4 personas
600 gr de bacalao
Un vaso de cerveza
100 gr de harina
Una cucharada de orégano
Una cucharada de estragón
Una cucharada de semillas de cilantro
Una cucharadita de granos de pimienta negra
Pan rallado
semillas tostadas de sésamo
Aceite de oliva
Sal

  • Ponemos a desalar el bacalao con tiempo suficiente (vea aquí una forma de hacerlo) y cuando nos pongamos a prepararlo lo escurrimos bien y hacemos trozos de unos cinco o seis cm. Procurando quitar las espinas que tuviere. Compruebe de sal y si lo ha desalado en exceso añádale una pizca. Si no, déjelo así.
  • Es mejor usar en este caso hierbas secas, por lo que las molemos en el mortero junto con las especias.
  • Preparamos ahora el rebozado mezclando la harina con las hierbas y las especias y la cerveza batiendo cuidadosamente hasta conseguir una pasta homogénea y lo bastante fluida para que nos permita hacer un buen rebozado.
  • Pasamos los trozos de bacalao por la mezcla, por pan rallado y por las semillas de sésamo y los freímos a fuego medio-fuerte hasta que queden dorados, cuidando que no se quemen.
  • Escurrimos en papel absorbente y servimos acompañados de las judías verdes (o la verdura que se prefiera) aliñadas con un hilo de aceite de oliva y una pizca de sal.

 

3 de febrero de 2013

Rollitos crujientes de acelgas y aguacate

Ya se sabe que las acelgas tienen muy pocas calorías, que son prácticamente agua (el 91%) lo que las hace ideales para los regímenes de adelgazamiento.  También son ricas en vitaminas A y B9, contienen mucho calcio y son diuréticas y al tener mucha fibra son también laxantes. (En casos de estreñimiento severo, se aconseja tomar medio vaso de zumo de acelga con una cucharada de aceite de oliva.) Son, en cambio, un plato un tanto insípido y aburrido al que conviene animar un poco para que resulte más apetecible. El hecho de ser tan parco en calorías hace que podamos combinarlo con otros ingredientes más calóricos. En esta receta que os ofrezco hoy la he mezclado con aguacate y crema fresca para dar forma a unos rollitos crujientes de masa filo en los que la textura cremosa del relleno contrasta deliciosamente con la masa frita.

Ingredientes para cuatro personas.
Un manojo grande  de acelgas
Un aguacate grandecito
Un paquete de masa filo
Dos o tres cucharadas de crema fresca
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Una bolsa de canónigos (opcional)

  • Lavamos y troceamos las acelgas y las ponemos a hervir en agua con sal. Con ocho minutos será suficiente. Escurrimos y reservamos.
  • Pelamos el aguacate y le ponemos en el vaso de la batidora junto con la crema fresca, una pizca de sal y pimienta al gusto. Trituramos bien y mezclamos con las acelgas.
  • Extendemos la masa filo y cortamos trozos de unos quince por veinte cm. Es mejor usar dos hojas, una sobre otra, para que el relleno no se salga.
  • Colocamos un par de cucharadas del relleno sobre la masa y enrollamos cuidadosamente, formando un rollito que freiremos en abundante aceite muy caliente hasta que la masa quede bien dorada pero cuidando que no se queme.
  • Escurrimos en papel absorbente y servimos .Podemos acompañar con una ensalada de canónigos aliñados con un poco de sal y un chorro de aceite de oliva.