Una nueva
receta de dos de mis vicios personales: las croquetas y el bacalao, juntos esta
vez en una deliciosa combinación. Como ya hemos dicho alguna vez, el secreto de
unas buenas croquetas está en la besamel y sobre todo en la fritura: ha de
hacerse con el aceite muy caliente para que se forme una costra crujiente y resulte
jugoso el interior, lo que nos lleva a la manera de preparar la masa, que debe
quedar no demasiado espesa aunque con la suficiente densidad como para poder
manejarla, dejando de cocinarla cuando se despegue de la sartén. La cebolla o
el puerro ayudan a conseguir mayor cremosidad y deben picarse en juliana muy
fina, mientras que el bacalao (en este caso: vale igual para el pollo, jamón… o
lo que sea que empleemos) debe desmenuzarse de manera que luego sea reconocible su textura al comerlas.
Y basta de teoría, vamos a la práctica.
Ingredientes
250 gr de
bacalao
Una cebolla
125 gr de
harina
500 cl de
leche
50 gr de
mantequilla
Dos huevos
Pan rallado
½ cucharadita
de nuez moscada
Aceite de
oliva
Sal
Pimienta
- Ponemos el bacalao, ya desalado, en un cazo con la leche y lo llevamosa fuego suave hasta que rompa a hervir. En ese momento lo retiramos y esperamos que temple.
- Desmenuzamos el bacalao y reservamos.
- Picamos en brunoise (juliana muy fina) la cebolla y la ponemos a pochar, a fuego suave, con un chorro de aceite y una pizca de sal.
- Mientras, tostamos ligeramente la harina, cuidando que no se queme, para quitarle el sabor a crudo. Reservamos.
- Cuando la cebolla esté ya pochada, pero sin que tome color, retiramos y escurrimos bien del exceso de aceite.
- En la misma sartén ponemos la mantequilla y cuando haya fundido agregamos la cebolla y el bacalao desmenuzado, la nuez moscada, sal y pimienta. Tamizamos la harina y rehogamos un par de minutos removiendo bien.
- Vamos añadiendo poco a poco la leche en la que hemos confitado el bacalao, según nos lo vaya pidiendo la masa, removiendo constantemente para evitar los grumos y siempre a fuego suave. (Comprobamos de sal y rectificamos si hace falta)
- La masa estará lista cuando se despegue de la sartén. Si quedara demasiado dura añadiremos un poco más de leche, removiendo bien siempre.
- Volcamos en una fuente y dejamos reposar tapado con film trasparente para que no se reseque. Mejor dejar de un día para otro.
- Formamos entonces las croquetas, las pasamos por huevo batido y pan rallado y las freímos en aceite muy caliente, vuelta y vuelta para que se pongan doraditas y crujientes y escurrimos sobre papel absorbente.
- Pueden servirse con una ensalada verde aliñada con aceite de oliva y un poco de sal, o utilizarlas como tapa con una cerveza o un vaso de vino.
Me ha dado un hambre y un antojo de ponerme ahora mismo con las croquetas...deliciosas!
ResponderEliminarCapricho de dioses...El bacalao, también, es mi plato favorito, en cualquier versión. Hoy he tomado unos tacos fritos, sin más.
ResponderEliminarLa receta es original, sobre todo en lo referido a cocer el bacalao con leche, yo lo hago con agua, supongo que queda más jugoso.
Gracias por tus aportes políticos, son muy coherentes
saludos
Pero que croquetas tan buenas has hecho y se ve perfectamente lo que dices, crujientes por fuera pero jugosas por dentro.
ResponderEliminarHe hecho croquetas de todo pero de bacalao no lo habia pensado, pero tienen que estar muy buenas.
Espectaculares.. el bacalao es delicioso y unido a una buena bechamel pues tiene que estar de cine..
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