Otra receta
de sencillez monástica y deleitables resultados cuyo único secreto está en emplear
contramuslos, (la parte más tierna y jugosa del pollo junto con las alitas) así
como utilizar caldo (de pollo, naturalmente, y hecho en casa a ser posible) para
cocer el arroz. El añadido de unas tiras de pimiento verde pone una nota no
sólo de color sino de sabor a este arroz que hará las delicias de sus
comensales. Insisto en la conveniencia de usar caldo de pollo hecho en casa, es
muy sencillo de preparar y el resultado compensa: ponemos en una olla un litro y
medio de agua con media docena de alitas, (una carcasa también sirve, aunque el
resultado es demasiado graso para mi gusto) media cebolla en cascos, una
zanahoria troceada, sal y unas hojas de laurel. Hervimos a fuego lento hasta
que las alitas estén tiernas, corregimos de sal y dejamos enfriar para poder
desgrasarlo. Las alitas puede usarlas para preparar unas deliciosas croquetas
tal y como se indica aquí.
Ingredientes
parea cuatro personas
300 gr de
arroz
400 gr de
contramuslos de pollo
1 litro de
caldo de pollo
Un pimiento
verde
Dos dientes
de ajo
Un chorro de
vino blanco
Sal
Aceite de
oliva
Unas hebras
de azafrán
- Limpiamos bien los contramuslos de la grasa superficial que puedan tener, los salamos, troceamos y los ponemos a dorar en la paella junto con un chorro de aceite de oliva a fuego suave.
- Cuando vayan estando agregamos los ajos picados, rehogamos un par de minutos más y retiramos el exceso de aceite.
- Añadimos ahora el arroz y removemos bien hasta que esté transparente, en cuyo momento regamos con el vino dejando hasta que evapore.
- Añadimos el caldo hirviendo y dejamos a fuego fuerte dos o tres minutos, bajamos entonces a fuego medio y vamos añadiendo caldo (siempre hirviendo) según vaya siendo necesario, pero cuidando que no nos quede caldoso.
- A media cocción agregamos los pimientos cortados en tiras y las hebras de azafrán molidas en el mortero y disueltas con un par de cucharadas de caldo y corregimos de sal si es necesario.
- Cuando el arroz ya esté (unos veinte minutos) apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.