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9 de febrero de 2016

Pollo al sésamo con verduras y fideos chinos

Receta con aire vagamente oriental pero que puede elaborarse sin el prurito de ser obsesivamente fiel a unas normas precisas. Es una manera de dar variedad al siempre socorrido pollo al que el sésamo le añade aquí su peculiar toque avellanado, tan rico. Las verduras y los fideos coronan un plato completo y muy nutritivo. (Yo he utilizado aceite de oliva, pero si se desea, por aquello de lo orientalizante de la receta, puede usarse de girasol).


Ingredientes para cuatro personas
6 contramuslos de pollo deshuesados
200 gr de fideos chinos
Dos pimientos verdes
Dos zanahorias
Dos cebolletas
Dos tomates medianos tirando a verdes
Dos cucharadas de salsa de soja
Dos cucharada de aceite de sésamo
100 ml de aceite de oliva
Dos dientes de ajo
Una ramita tierna de apio
Semillas tostadas de sésamo
Sal
Pimienta

  • Limpiamos bien los contramuslos de la grasa que puedan tener y los cortamos en tiras finas. Salpimentamos ligeramente; los ponemos en un cuenco, los bañamos con las dos cucharadas de salsa de soja mezclando bien y los dejamos una hora. (Si la cantidad de salsa de soja le parece escasa ─o excesiva─ déjese llevar por su propio gusto).
  • Lavamos las verduras y las cortamos en tiras finas: para la zanahoria puede usar un pelador de verduras para obtener láminas finas. Reservamos.
  • Escaldamos y pelamos los tomates, retiramos las semillas y cortamos la pulpa en tiras finas, Reservamos.
  • Piamos muy finito el ajo y el apio (la misma cantidad que de ajo, más o menos) y reservamos.
  • En un wok (si no se tiene, una sartén honda o una cazuela sirve lo mismo) ponemos el aceite de oliva mezclado con el de sésamo y cuando esté caliente añadimos el pollo, que rehogaremos removiendo todo el tiempo, a fuego vivo, hasta que quede a nuestro gusto. Retiramos y reservamos.
  • En el mismo aceite ponemos el ajo junto con el apio, dejamos un par de minutos y añadimos las verduras, rehogando hasta que queden tiernas pero al dente, y removiendo bien.
  • Hervimos los fideos en abundante agua durante tres minutos, escurrimos y reservamos.
  • Cuando las verduras ya estén en el punto de cocción deseado agregamos el pollo y los fideos y mezclamos todo muy bien, rectificando ahora de sal si es necesario. Dejamos un par de minutos.
  • Finalmente servimos en cuencos con las semillas de sésamo espolvoreadas por encima y regados con un hilo (apenas una pizca) de aceite de sésamo.

3 de junio de 2015

Alitas de pollo al horno con salsa de verduras al aroma de cilantro

Volvemos con plato SNB: sencillo, nutritivo y barato. Y muy vistoso en el plato, con esos colores de la salsa y el estragón. Y además ligero: las alitas de pollo pueden, y deben, limpiarse de la grasa si quitamos la piel, cosa mucho más sencilla de lo que parece aunque un tanto laboriosa, pero merece la pena ya que de esa forma conseguimos una preparación mucho más sana. Por su parte, la salsa que acompaña  a esta receta es poco más que una crema de verduras aromatizada con cilantro. El único peligro del resultado es que realmente  queda de toma pan y moja, así que no se olvide de un buen pan de pueblo, y ya verá como sus comensales se lo agradecen.




Ingredientes para cuatro personas
 24 alitas de pollo
Dos zanahorias
Dos cebolletas
Un pimiento rojo mediano
Dos tomates maduros
Una patata
Dos dientes de ajo
Un vaso de vino blanco
Un vaso de caldo de pollo
Un manojillo de cilantro
Sal
Pimienta

  • Quitamos la piel de las alitas con cuidado de no llevarnos un dedo por delante: use un cuchillo bien afilado y mucha paciencia. (Esta operación es opcional.) Salpimentamos y reservamos.
  • Lavamos y pelamos todas las verduras, las cortamos en juliana fina y las ponemos en una  fuente honda apta para el horno. Salamos ligeramente.
  • Colocamos las alitas de pollo sobre este lecho de verduras, regamos con el vino y el caldo de pollo y llevamos al horno que tendremos precalentado a 180º. Como de costumbre, el tiempo de cocción de penderá de cada horno, pero calcule entre cuarenta y cinco minutos y una hora, dando vuelta a las alitas de vez en cuando.
  • Apartamos las alitas, que reservaremos al calor, y trituramos las verduras, junto con el cilantro picado, hasta conseguir una crema suave. Pasamos por el chino o por un colador y agregamos algo de caldo, según la consistencia que deseemos para nuestra salsa.
  • Emplatamos poniendo en el fondo del plato unas cucharadas de salsa, sobre ella las alitas y decoramos con unas hojas de cilantro.


5 de mayo de 2015

Timbal de pollo y tabouleh


El tabouleh (o tabulé, tabouleTabbouleh...) es una especie de ensalada típica de Siria y Líbano, aunque se encuentran variaciones de la idea en casi todas las cocinas árabes del Mediterráneo: en el Magreb, por ejemplo se acostumbra a sustituir el bulgur por cuscús. Sus principales ingredientes son perejil finamente picado, trigo bulgur, aceite de oliva, tomate y aceite de oliva y limón como aderezo. ¿Y qué es el bulgur? Pues es trigo que ha sido sometido a un proceso consistente en hervir los granos y secarlos luego al sol durante varios días. A continuación se machacan estos granos ya cocidos y secos, se retira el salvado y se ponen de nuevo a secar. El resultado recuerda un poco, por el aspecto, a los granitos del cuscús. El bulgur es rico en hierro, fósforo, magnesio y en carbohidratos propios de los cereales. Aquí hemos preparado un tabouleh siguiendo la receta tradicional, lo hemos mezclado con unos contramuslos de pollo salteado y aromatizado con cominos, y el resultado ha sido un plato completo, rico, nutritivo y muy fácil de preparar. Un consejo: aunque la cantidad de hierbas aromáticas es siempre cosa de gusto personal, no sea tacaño con la menta y el perejil.

Ingredientes para cuatro personas
Seis contramuslos de pollo deshuesados y sin piel
200 gr de bulgur
Dos - tres tomates maduros
Dos cebolletas
Un pepino
Un manojillo de menta o hierbabuena
Un manojillo de perejil
1/2 cucharadita de cominos
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Dos limones

  • Comenzamos limpiando los contramuslos de pollo de toda la grasa superficial que pudieran tener y los cortamos en pequeños dados de un par de centímetros. Los ponemos en un cuenco, salpimentamos al gusto, los espolvoreamos con los cominos machacados, regamos con aceite de oliva, mezclamos bien,  y dejamos marinar un par de horas.
  • Ponemos el bulgur en remojo con un poco de agua tibia, justo para cubrirlo, y reservamos. Quince o veinte minutos serán suficientes.
  • Escaldamos y pelamos los tomates retirando las semillas y los cortamos en dados del mismo tamaño que hemos hecho con el pollo.
  • Hacemos lo mismo con las cebolletas y el pepino.
  • Picamos muy finamente la menta y el perejil.
  • Escurrimos bien el bulgur y lo mezclamos en un cuenco con el resto de los ingredientes vegetales. Aliñamos con el aceite de oliva y el zumo de un limón y reservamos.
  • Salteamos el pollo en una sartén con un hilo de aceite (apenas una pizca para engrasar la sartén, recuerde que ya le hemos puesto aceite al marinarlo) hasta que quede doradito y a nuestro gusto.
  • Emplatamos con ayuda de un molde redondo poniendo una capa de tabouleh, otra de pollo y otra de tabouleh.
  • Servimos decorado con una ramita de menta, otra de perejil y media rodaja de limón.
 
 
 

2 de marzo de 2015

Pollo al ajillo al aroma de fino

Si hay una forma más típica (y tópica) de preparar el pollo que asarlo, esa forma es hacerlo al ajillo. Sencilla, rápida y sabrosa, esta receta figura en todos los menús imaginables y raro es el blog de cocinas y cocinillas que no lo incluya. Y como eso es lo que pasa con  la Gastrocinemia, vamos a solucionarlo ahora mismo. Eso sí, vamos a darle un toque especial que convertirá a este clásico en una insólita pero deliciosa delicatessen. Como es sabido, el fino es un vino propio de la zona de Jerez y de Montilla-Moriles, de sabor seco y muy aromático. (A propósito de este rico vino: se suele hablar de la diferencia o similitud entre el llamado fino y el llamado manzanilla. Pues bien, parece ser que la única diferencia es de pura estrategia comercial: la manzanilla ha de haber sido elaborada en Sanlúcar de Barrameda. Por los demás no hay ninguna diferencia en lo que se refiere a la variedad de uva utilizada y al proceso de elaboración. Fi n de la cita.) No parece un vino que se utilice mucho para cocinar, aunque he encontrado algunas recetas en páginas de y sobre Andalucía, amén de algún raro blog, que sí lo utilizan. Pero su inconfundible aroma y su sabor seco y ligeramente amargo combina divinamente con este pollo al ajillo.

Ingredientes para cuatro personas
6 - 8 contramuslos de pollo deshuesados y sin piel
Cuatro dientes de ajo
Un vasito de vino fino
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

  • Limpiamos muy bien el pollo de la grasa superficial que pudiera tener y lo troceamos a nuestro gusto. Mejor si no hacemos trozos demasiado grandes.
  • Salpimentamos y freímos en una sartén con muy poco aceite y a fuego suave hasta que esté bien hecho por dentro y comience a dorarse por fuera. Retiramos y dejamos escurrir sobre papel absorbente.
  • Pelamos los ajos, los cortamos en láminas y los freímos en la misma sartén, añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario, pero recuerde que no debe quedarnos muy aceitoso. Cuando cojan color, pero sin dejar que se quemen, añadimos el pollo y rehogamos tres o cuatro minutos a fuego muy suave.
  • Subimos entonces el fuego, regamos con el vino fino, dejamos dos minutos más y servimos bien caliente.


30 de abril de 2014

Empanada de pollo al estilo pastela

Inspirada en la clásica pastela marroquí, con la que apenas guarda otro parecido que la idea de una empanada muy especiada de masa filo, os ofrezco hoy una receta no difícil aunque quizá sí un tanto laboriosa, ya que hay que cocinar cada ingrediente por separado, lo que la hace apta sólo para aquellos cocinillas que disfrutan como enanos en la cocina olvidados del reloj y trasteando con ingredientes diversos, mezclando especias, flotando en una nube de aromas y probando a la manera de los panaderos cuando prueban el pan, es decir: con la boca, el punto de cocción y de sazón. (Vale.) Una de las diferencias con la auténtica pastela es la ausencia del toque dulce, tan característico en ella, así como el añadido, aquí, de piñones y pistachos en el relleno. Otra, es que he incurrido en la herejía de incluir higaditos (cocinados al brandi) y mollejas de pollo, lo que da un carácter más compacto, y suntuoso, al resultado final aunque los talibanes de la ortodoxia se lleven las manos a la cabeza. Una receta para sorprender a propios y extraños y de la que no quedará ni rastro en la mesa. Garantizado.

 Nota: he dividido la explicación del proceso en pasos, en un intento de facilitar su elaboración, pero está claro que casi todos pueden hacerse simultáneamente: mientras la pechuga se asa pueden cocinarse las mollejas y los higaditos, y mientras pochamos la cebolla podemos mezclar las especias y cortar las hierbas... En fin, cada uno a su gusto.

Ingredientes
8 hojas de masa filo
Una pechuga de pollo
300 gr de mollejas de pollo
250 gr de higaditos de pollo
3 huevos
Una cebolla
1/4 cucharadita de canela
1/4 cucharadita de de nuez moscada rallada
1/4 cucharadita de cominos
1/4 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de pimienta verde
6 clavos de olor
Una cucharadita de semillas de cilantro
Una cucharada de piñones pelados
Dos cucharadas de pistachos pelados
Una cucharada de semillas tostadas de sésamo
Una cucharadita de semillas de amapola
Un ramillete de perejil
Un ramillete de cilantro
Un trozo  de jengibre fresco de unos cuatro o cinco cm.
Un diente de ajo
500 cl de caldo de verduras
Un vaso de vino blanco
Un vaso de brandi
75 gr de mantequilla
Sal
Pimienta
Aceite de oliva



Paso 1: asar la pechuga de pollo
  • Salpimentamos la pechuga y la colocamos en una fuente apta para el horno.
  • Machacamos el ajo junto con las semillas de cilantro y una pizca de sal. Añadimos el vino blanco, mezclamos bien y regamos la pechuga con esta mezcla.
  • Llevamos al horno, que tendremos precalentado a 180º, y dejamos hasta que la pechuga esté hecha: unos treinta o cuarenta minutos.
  • Dejamos entibiar, desmenuzamos la carne y reservamos.
Paso 2: cocinar las mollejas
  • En una sartén con un chorro de aceite ponemos las mollejas hasta que queden doradas por todos lados.
  • Las ponemos en la olla exprés con dos clavos de olor, salamos, las cubrimos con el caldo de verduras y dejamos que cuezan treinta minutos.
  • Dejamos despresurizar la olla, retiramos las mollejas y reservamos el caldo, que puede congelarse para utilizarlo en otras preparaciones.
  • Picamos las mollejas en trozos pequeñitos y reservamos.
Paso 3: cocinar los higaditos
  • En una sartén con un chorrito de aceite ponemos los higaditos y los rehogamos ocho o diez minutos.
  • Agregamos la pimienta verde, salamos, regamos con el brandi y dejamos hacer unos quince o veinte minutos. El brandi debe reducir por completo.
  • Trituramos muy bien los higaditos con la batidora hasta conseguir una pasta suave. Reservamos.
Paso 4: Pochar la cebolla
  • Cortamos en pluma la cebolla y la pochamos, a fuego suave, con un chorro de aceite y una pizca de sal, sin dejar que tome color.
  • Escurrimos bien el exceso de aceite y reservamos.
Paso 5: Mezclar las especias y preparar las hierbas
  • Pelamos el jengibre y lo cortamos en juliana muy fina. Reservamos.
  • En un mortero trituramos muy bien el clavo y los cominos.
  • Añadimos la canela, la cúrcuma y la nuez moscada. Mezclamos bien y reservamos.
  • Picamos finamente el perejil y el cilantro y los reservamos.
Paso 5: Mezclar todos los ingredientes
  • En una sartén o cazuela, con apenas un chorrito de aceite, vamos mezclando (por este orden) la cebolla, el pollo, las mollejas y los higaditos y lo rehogamos un par de minutos.
  • Agregamos los piñones, los pistachos, las especias, el perejil y el cilantro y revolvemos bien.
  • Apagamos el fuego y dejamos reposar al menos un par de horas.
Paso 6: Montaje de la empanada y horneado
  • Forramos un molde redondo con cuatro de las hojas de masa filo, que colocaremos contrapeadas y pintadas con mantequilla derretida.
  • Añadimos  dos huevos batidos a la mezcla que teníamos preparada y vertemos esta en el molde.
  • Volvemos hacia dentro los extremos de las hojas de masas filo, tapando el relleno.
  • Cortamos las restantes cuatro hojas de masa en círculos algo más grandes que el diámetro del molde, las pintamos con mantequilla derretida y vamos tapando la empanada, apretando ligeramente para que el relleno se distribuya uniformemente, y remetiendo el borde de las hojas en el borde del molde.
  • Pintamos con el tercer huevo, batido, la última hoja y la espolvoreamos con las semillas de sésamo y de amapola.
  • Llevamos al horno, precalentado a 180º, y dejamos hasta que la masa esté crujiente y haya tomado un bonito color dorado: unos veinte o treinta minutos. Ojo que no se queme.
  • Dejamos enfriar, desmoldamos, y a disfrutarla.


7 de marzo de 2014

Pollo encebollado

La carne de pollo era  en otro tiempo un ingrediente casi de lujo, sabrosa y delicada, capaz de inspirar recetas que han quedado en la tradición (desde la recia pepitoria al refinado coq au vin) pero a la que la masiva producción industrial ha convertido en algo insípido, cierto que también asequible, y a la que conviene alegrar un poco para conseguir sacarle un poco de gracia. Los marinados son entonces una solución ideal que pueden transformar unos simples contramuslos en un plato suculento y en verdad apetitoso. La técnica del marinado no es complicada, sólo requiere elegir con cuidado las especias o hierbas que combinen armónicamente con el tipo de carne (o de pescado), darle el tiempo necesario para que los sabores se mezclen y tendremos ganado la mayor parte de la calidad de la receta. Aquí os invito a preparar un pollo marinado en vino blanco con una mezcla de salvia, estragón y perejil tan sencillo de hacer como delicioso de degustar. Salteado, y acompañado por el toque levemente dulce de la cebolla frita, resulta una tentación difícil de resistir. (Si no encuentra estragón fresco puede poner una cucharada de estragón seco.)

Ingredientes para cuatro personas
8 contramuslos de pollo
2 cebollas grandes
Un ramillete de salvia
Un ramillete de estragón
Un ramillete de perejil
500 cl de vino blanco
unas ramitas de cebollino
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

  • Picamos finamente las hierbas aromáticas, las mezclamos bien en un recipiente y añadimos el vino. Reservamos.
  • Limpiamos los contramuslos de la grasa que pudieran tener y los troceamos en dados como de tres o cuatro centímetros. Los salpimentamos y los ponemos en el recipiente con la mezcla de hierbas y el vino, mezclando bien. Dejamos en adobo al menos doce horas.
  • Cuando nos pongamos a preparar la receta, pelamos y cortamos en juliana la cebolla y la ponemos a fuego lento en una sartén con un chorro de aceite y un poco de sal hasta que esté transparente. Subimos entonces un poco el fuego y dejamos dorar ligeramente. Ojo que no se queme. Retiramos y escurrimos bien del exceso de aceite.
  • Colamos el  caldo del adobo, que reservamos, y en la misma sartén, sin aceite y sólo engrasada como ha quedado tras  freír la cebolla, salteamos los trozos de pollo hasta que estén dorados. Regamos con el vino del marinado y dejamos reducir.
  • Servimos acompañado de la cebolla frita y decorado con unas ramitas de cebollino.


14 de enero de 2014

Tronquitos de calabacín gratinados rellenos de pollo con guarnición de zanahorias confitadas

Tras haber sobrevivido a las procelosas aguas de la Navidad, los escollos de la Nochevieja, al amor universal por decreto y a plazo fijo y a la obligación de ser feliz, volvemos a la bendita normalidad y a la batalla diaria por, simplemente, vivir. Y como el resultado de tanto amor, felicidad y despilfarro es un enero en cuesta (arriba) y un estómago necesitado de paz, vamos a tratar de elaborar recetas ricas, saludables, apetitosas y baratas. Como estos deliciosos calabacines rellenos a los que con un poco de imaginación convertimos en un atractivo plato no sólo para el paladar sino también para la vista. Y además muy completo pues incluye los minerales, vitaminas y fibra de la verdura y las proteínas de la carne del pollo y de los lácteos. Su preparación es muy sencilla y el precio final realmente económico. Vamos a ello.

Ingredientes para cuatro personas
3 calabacines
300 gr de contramuslos de pollo
1/2 cebolla
4 zanahorias medianas
2 dientes de ajo
50 gr de queso emmental rallado
75 gr de mantequilla
Una cucharada de orégano
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

  • Troceamos la carne pollo, bien limpia de grasa, en un picadillo muy menudo. La salpimentamos al gusto, añadimos el orégano y un hilo de aceite de oliva y reservamos.
  • Lavamos los calabacines y los cortamos en trozos de unos ocho centímetros de largo (vienen a ser cuatro dedos, no hace falta echar mano de la regla graduada...) y los ponemos a hervir al vapor durante seis o siete minutos o hasta que queden tiernos pero enteros. Ojo que no se deshagan. Retiramos y reservamos hasta que se enfríen.
  • Mientras, pelamos la cebolla y los ajos en juliana muy fina y los pochamos en aceite de oliva y con una pizca de sal a fuego muy suave.
  • Cuando ya estén blandos pero sin que cojan color retiramos el exceso de aceite, añadimos el picadillo de pollo y dejamos , removiendo bien de cuando en cuando, hasta que el pollo se haga. Unos diez minutos a fuego suave serán suficientes.
  • Vaciamos con cuidado la pulpa de los calabacines dejando una pared y procurando no romperlos.
  • Añadimos esta pulpa bien troceada al pollo y removemos para que se mezcle bien. Rehogamos un par de minutos, comprobamos de sal, retiramos del fuego y trituramos ligeramente con la batidora procurando que nos quede una masa no demasiado fina.
  • Rellenamos con esta mezcla los tronquitos de calabacín y los colocamos en una bandeja para horno, tapando cada uno con el queso rallado. Los llevamos entonces al horno que tendremos precalentado a unos 180º. Dejamos hasta que el queso funda y gratinamos para conseguir un bonito color tostado.
  • Mientras, ponemos la mantequilla a derretir en un cazo y cuando ya esté añadimos las zanahorias bien lavadas y cortadas en rodajas finas, dejando que se hagan a fuego muy bajo, hasta que queden tiernas pero enteras. Ojo, la mantequilla no debe hervir así que deje el fuego al mínimo que permita su cocina. Si las zanahorias son tiernas se hacen enseguida, vigile.
  • Servimos y disfrutamos de este rico plato.

23 de noviembre de 2013

Pollo salteado con pimientos verdes

Hoy, una preparación tan sencilla como nutritiva y con un contraste de sabores muy grato al paladar. Apto tanto para un aperitivo como para un segundo plato, económico y tan fácil de hacer como agradable de comer. El pimiento verde, que no es sino el pimiento que aún no ha madurado, tiene muchas propiedades beneficiosas, es una de las hortalizas más ricas en vitamina C y en antioxidantes. Contiene capsicina, una sustancia que ayuda a prevenir las enfermedades degenerativas, y un alto contenido en betacaroteno  del que se cree que es un buen aliado contra dolencias cardíacas. Y además combina muy bien con la carne del pollo a la que añade su toque ligeramente ácido.

Ingredientes para cuatro personas
Ocho contramuslos de pollo deshuesados
Dos pimientos verdes grandecitos
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
  • Limpiamos los contramuslos de la grasa que puedan tener, los cortamos en tiras y los salpimentamos. Sea generoso con la pimienta. Reservamos.
  • Lavamos los pimientos y los cortamos también en tiras. Reservamos.
  • En una sartén con un poco de aceite salteamos el pollo a fuego moderado.
  • Cuando comience a dorarse añadimos los pimientos y dejamos que se vayan haciendo. No deben quedar fritos, sino enteros y crujientes.
  • Servimos con los pimientos sobre los trozos de pollo.

28 de octubre de 2013

Muslitos de pollo asados al aroma de limón y cilantro

Los muslos de pollo son una buena opción, relativamente barata además, para preparar un plato muy apetitoso y nutritivo. Y puesto que asarlo es una de las formas tradicionales de hacer el pollo, vamos a seguir hoy la tradición. Intentaremos conseguir muslos de pollo de corral, de carne más sabrosa que los insípidos pollo de producción industrial. Los haremos a fuego un poco más lento de lo habitual, con lo cual conseguiremos que nos queden más jugosos y con su carne bien impregnada de los aromas del limón y el cilantro con los que vamos a sazonarlos. Pueden servirse acompañados de un arroz blanco y unos tomatitos cherry, como aquí, o con cualquier guarnición de verduras al vapor ,por ejemplo.


Ingredientes para cuatro personas
8 - 12 muslitos de pollo de corral, según tamaño y/o "saque" de sus comensales
Un limón
Dos cucharadas de cilantro picado
Media cucharadita de pimienta negra en grano
Dos dientes de ajo
Un vaso de vino blanco

  • Limpiamos bien los muslos, quitándoles la piel y los restos de grasa que pudieran tener. Salpimentamos y los ponemos en una fuente para horno.
  • En el mortero trituramos los dos dientes de ajo pelados, el cilantro picado y los granos de pimienta. Añadimos el vaso de vino y mezclamos bien.
  • Lavamos muy bien el limón y rallamos la piel cuidando de no llegar a la parte blanca, que es amarga.
  • Regamos los mulos de pollo con la mezcla del mortero, añadimos la piel rallada del limón y dejamos marinar una media hora.
  • Llevamos entonces al horno que habremos precalentado a 160º y dejaremos que se vayan asando, dando vuelta a los muslitos de vez en cuando, hasta que estén hechos. (Ya sabe, el tiempo dependerá de su horno así como de la calidad de la carne. Vigile para que no se quemen. Si se consumiera el jugo de la salsa, podemos añadir un poco más de vino.)
  • Cuando ya estén, colamos la salsa y dejamos reducir en un cazo durante unos minutos a fuego suave.
  • Para servir, salseamos el plato y sobre la salsa ponemos los muslitos. Acompañar con la guarnición deseada.

13 de octubre de 2013

Empanadillas de pollo al baharat

El baharat, también conocido como mezcla de siete especias, es una de esas combinaciones de especias tan típicas de las cocinas árabes del Mediterráneo y el Oriente Medio, como el ras el hanout o el garam masala. Y como en todas ellas las especias empleadas y su proporción en la mezcla dependen de las zonas y aún de la disponibilidad de cada especia. Es muy utilizada para condimentar carnes y también empanadas, como las clásicas fatay. En este caso, es decir, en la receta que viene a continuación, se trata de condimentar una sencillas empanadillas de las de toda la vida, hechas aprovechando unas alitas de pollo que andaban por la nevera y que urgía consumir. Las hornearemos en lugar de freirlas, con lo que quedan más ligeras y apetitosas. Elaborar el baharat es muy sencillo (y hasta gratificante para el olfato) ya que sólo se trata de triturar las especias hasta reducirlas a un fino polvillo. Y si sobra, puede guardarse en un recipiente hermético para otra ocasión.

Ingredientes (saldrán unas 12 - 14 empanadillas)

6 alitas de pollo
Dos cebollas  
Un pimiento verde
Una zanahoria
Dos hojas de laurel
Un paquete de obleas para empanadillas
Una cucharada de baharat
Un huevo
Aceite de oliva
sal

(para el baharat)
1/2 cucharadita de pimienta negra
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1/2 cucharadita de cominos
1 cucharadita de vainas de cardamomo
1/2 cucharadita de clavos de olor
1/2 cucharadita de nuez moscada recién rallada
1/2 cucharadita de semillas de cilantro
1/2 cucharadita  de canela

  • Hervimos las alitas de pollo, a fuego lento y durante unos cuarenta y cinco minutos, en una olla con abundante agua, media cebolla en cascos, una zanahoria y un par de hojas de laurel y sal.
  • Retiramos, dejamos enfriar y desmenuzamos la carne de las alitas en trozos no demasiado pequeños desechando las pieles. Reservamos. (Colamos el caldo, que  puede congelarse para utilizarlo cuando sea necesario: una sopa, una paella...)
  • Pelamos el resto de las cebollas y las cortamos en aros y luego en tiras. Lavamos el pimiento le cortamos también en tiras finas.
  • En una sartén con un chorro de aceite pochamos la cebolla y el pimiento, con un poco de sal, a fuego suave hasta que estén blandos pero sin que cojan color.
  • Mientras, preparamos el baharat triturando muy bien las especias en grano (pimienta, cominos, clavo de olor, semillas de cilantro, semillas de cardamomo extraídas de las vainas.) Podemos hacerlo en un mortero o también molerlas con un molinillo de café, por ejemplo. Agregamos las especias en polvo (el pimentón y la canela) y la nuez moscada recién rallada. Mezclamos muy bien y reservamos.
  • Cuando la cebolla y el pimiento ya estén, escurrimos bien el aceite sobrante y mezclamos con la carne de las alitas y rehogamos un par de minutos; comprobamos de sal, añadimos una cucharada de nuestro baharat, removemos y retiramos del fuego.
  • Rellenamos con esta mezcla las obleas y confeccionamos las empanadillas sellando bien los bordes con ayuda de un tenedor y las pintamos con huevo batido.
  • Llevamos al horno que tendremos precalentado a 180º, dejando hasta que la masa esté cocida y tenga un bonito color dorado.
  • Si las servimos acompañadas de una ensalada son una buena solución para una comida de plato único. Si no, son un rico aperitivo, ideal para acompañar una cerveza.


16 de septiembre de 2013

Contramuslos de pollo a la cerveza

Volvemos con otra receta en la que vamos a utilizar contramuslos de pollo. Esta vez aderezados con una sabrosa salsa a base de cerveza. Usar la cerveza para cocinar, sobre todo en guisos, pero también para marinados, es una opción muy interesante que aporta un sabor muy especial que podemos resaltar o atenuar con hierbas aromáticas o especias diversas. Resulta ideal para los guisos de pollo, ahora que esta carne, debido a su masiva producción industrial, resulta la mayoría de las veces tan insípida. La cremosidad que ofrece una salsa a la cerveza, tan apetitosa para mojar pan, es un motivo más su uso.

Ingredientes para cuatro personas.
Ocho contramuslos de pollo deshuesados
300 ml de cerveza de buena calidad
250 ml de caldo de pollo
Dos cebolletas
Dos dientes de ajo
100 gr de panceta ahumada en dados
Una tarrito de trufas negras
Una cucharadita de semillas de cilantro
1/2 cucharadita de granos de pimienta negra
5 clavos de olor
Sal
Aceite de oliva

  • Cortamos en dos los contramuslos de pollo, los limpiamos bien de la grasa que puedan tener y los salamos ligeramente.
  • En una cazuela con dos o tres cucharadas de aceite los doramos bien por todos lados, retiramos y reservamos.
  • En el mismo aceite rehogamos durante unos minutos los dados de panceta procurando que no se hagan mucho. Retiramos y reservamos.
  • En el mismo aceite ponemos a pochar la cebolleta picada en juliana, con una pizca de sal. Si es necesario añadimos una pizca más de aceite. A media cocción agregamos los ajos pelados y picados.
  • Cuando ya esté, retiramos el exceso de aceite, regamos con la cerveza y dejamos hasta que reduzca a la mitad. Agregamos entonces el caldo de pollo y las especias bien machacadas y dejamos que se haga unos cinco minutos más.
  • Trituramos toda la salsa en la batidora y pasamos la mezcla por el chino o un colador, comprobamos de sal y volvemos a poner al fuego esta salsa a la que añadiremos los contramuslos, los dados de panceta y la trufa bien picada.
  • Tapamos y dejamos hacer unos cinco minutos más.
  • Al servir, salseamos el plato y sobre esta salsa ponemos los trozos de carne junto con unos dados de panceta y unos trocitos de trufa.
 

5 de junio de 2013

Muslos de pollo en salsa de pistachos


Si nos fiamos de los ditirambos que las diversas páginas de internet dedican a los pistachos, este delicioso fruto seco es poco menos que la panacea universal, dado la cantidad de virtudes no sólo nutritivas, sino también medicinales que posee.  Es originario de Asia occidental y  se cultivaba ya en el siglo VI d. C. Se utiliza en la cocina sobre todo para la preparación de postres dulces y helados, y es un rico complemento para picotear acompañando una cerveza. Pero también puede usarse para  elaborar una salsa que casa muy bien con el pollo, por ejemplo. Como en esta receta que os propongo hoy, muy sencilla pero de verdad suculenta.

Ingredientes para cuatro personas
Ocho  muslos de pollo
Una cebolla
Un pimiento verde
Dos puerros
Un par de hojas de laurel
50 gr de pistachos pelados
Un vasito de brandy
500 cl  de caldo de pollo
Sal
Pimienta
Cuatro clavos de olor
Aceite de oliva

  • Limpiamos  los muslos de pollo quitándoles la piel. Salpimentamos y doramos a fuego vivo en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva. Retiramos y reservamos en papel absorbente.
  • Cortamos todas las verduras en juliana y las pochamos, a fuego suave, en la misma cazuela donde hemos dorado el pollo, salando ligeramente.
  • Cuando ya estén las verduras pochadas retiramos el exceso de aceite, agregamos los muslos de pollo, regamos con el brandy y dejamos evaporar. Incorporamos el caldo, justo para cubrir los muslos, los clavos de olor y las hojas de laurel y dejamos hacer a fuego suave hasta que el pollo esté tierno, añadiendo más caldo si fuera necesario.
  • Retiramos ahora los muslos y los reservamos al calor.
  • En una sartén  con un hilo de aceite tostamos ligeramente los pistachos pelados teniendo mucho cuidado de que no se quemen, ya que entonces amargarían.
  • Ponemos en el vaso de la batidora los pistachos, las verduras y la salsa de cocer el pollo, retirando las hojas de laurel, y trituramos bien. Si n os queda muy espeso podemos añadir un poco del caldo.
  • Servimos los muslos cubiertos con esta salsa y adornado con unos cuantos pistachos pelados.

15 de abril de 2013

Contramuslos de pollo con champiñones



Hoy vamos con otra de esas recetas rápidas, sencillas y de resultados más que satisfactorios. Como ya he dejado dicho, supongo que un montón de veces, los contramuslos son, en mi opinión, una de las partes del pollo más jugosas y que más agradecidas resultan a la hora de prepararlas ya que con casi cualquier forma de hacerlos se consiguen platos muy apetitosos. Pueden comprarse ya deshuesados, pedir al carnicero que nos los deshuese o hacerlo nosotros mismos en casa, no es difícil si se dispone de un cuchillito de los llamados puntilla bien afilado...  eso sí, hay que tener cuidado para no deshuesarse un dedo...Yo acostumbro a marinarlos, los contramuslos, con alguna hierba y/o especia,  hacerlos a la plancha, acabarlos con un chorro de vino blanco, dejar que reduzca y añadirles luego alguna guarnición de verduras. Y así de simple vamos a hacerlos ahora.



Ingredientes para cuatro personas

Ocho contramuslos de pollo deshuesados

350 gr de champiñones laminados
75 gr de panceta ahumada en lonchas finas

1 cucharada de hierbas provenzales

4 clavos de olor

Tres dientes de ajo

Un chorro de vino blanco

Sal

Pimienta

Aceite de oliva



  • Limpiamos bien la grasa que pudieran tener los contramuslos. Salpimentamos al gusto y los ponemos a marinar con las hierbas, los clavos de olor que habremos machacado en el mortero y un buen chorro de aceite de oliva. Debemos dejar en adobo al menos un par de horas.
  • Calentamos un cucharada de aceite en una sartén y doramos dos de los dientes de ajo laminados. Cuando estén dorados sin que se quemen retiramos y reservamos.
  • Pasamos ahora los contramuslos por esta sartén hasta que queden a nuestro gusto.
  • Cuando ya estén, los rociamos con un chorro generoso de vino blanco, dejamos que reduzca un poco y retiramos, reservando al calor.
  • Salteamos los champiñones laminados con el otro diente de ajo, también cortado en láminas, la panceta cortada en juliana y un poco de aceite. No dejar que se hagan mucho.
  • Colocamos los champiñones en el centro del plato y sobre ellos los contramuslos con los ajos y la salsita que ha dejado el vino.