Tras haber
sobrevivido a las procelosas aguas de la Navidad, los escollos de la
Nochevieja, al amor universal por decreto y a plazo fijo y a la obligación de
ser feliz, volvemos a la bendita normalidad y a la batalla diaria por,
simplemente, vivir. Y como el resultado de tanto amor, felicidad y despilfarro
es un enero en cuesta (arriba) y un estómago necesitado de paz, vamos a tratar
de elaborar recetas ricas, saludables, apetitosas y baratas. Como estos deliciosos
calabacines rellenos a los que con un poco de imaginación convertimos en un
atractivo plato no sólo para el paladar sino también para la vista. Y además
muy completo pues incluye los minerales, vitaminas y fibra de la verdura y las
proteínas de la carne del pollo y de los lácteos. Su preparación es muy
sencilla y el precio final realmente económico. Vamos a ello.
Ingredientes
para cuatro personas
3
calabacines
300 gr de
contramuslos de pollo
1/2 cebolla
4 zanahorias
medianas
2 dientes de
ajo
50 gr de
queso emmental rallado
75 gr de
mantequilla
Una
cucharada de orégano
Sal
Pimienta
Aceite de
oliva
- Troceamos la carne pollo, bien limpia de grasa, en un picadillo muy menudo. La salpimentamos al gusto, añadimos el orégano y un hilo de aceite de oliva y reservamos.
- Lavamos los calabacines y los cortamos en trozos de unos ocho centímetros de largo (vienen a ser cuatro dedos, no hace falta echar mano de la regla graduada...) y los ponemos a hervir al vapor durante seis o siete minutos o hasta que queden tiernos pero enteros. Ojo que no se deshagan. Retiramos y reservamos hasta que se enfríen.
- Mientras, pelamos la cebolla y los ajos en juliana muy fina y los pochamos en aceite de oliva y con una pizca de sal a fuego muy suave.
- Cuando ya estén blandos pero sin que cojan color retiramos el exceso de aceite, añadimos el picadillo de pollo y dejamos , removiendo bien de cuando en cuando, hasta que el pollo se haga. Unos diez minutos a fuego suave serán suficientes.
- Vaciamos con cuidado la pulpa de los calabacines dejando una pared y procurando no romperlos.
- Añadimos esta pulpa bien troceada al pollo y removemos para que se mezcle bien. Rehogamos un par de minutos, comprobamos de sal, retiramos del fuego y trituramos ligeramente con la batidora procurando que nos quede una masa no demasiado fina.
- Rellenamos con esta mezcla los tronquitos de calabacín y los colocamos en una bandeja para horno, tapando cada uno con el queso rallado. Los llevamos entonces al horno que tendremos precalentado a unos 180º. Dejamos hasta que el queso funda y gratinamos para conseguir un bonito color tostado.
- Mientras, ponemos la mantequilla a derretir en un cazo y cuando ya esté añadimos las zanahorias bien lavadas y cortadas en rodajas finas, dejando que se hagan a fuego muy bajo, hasta que queden tiernas pero enteras. Ojo, la mantequilla no debe hervir así que deje el fuego al mínimo que permita su cocina. Si las zanahorias son tiernas se hacen enseguida, vigile.
- Servimos y disfrutamos de este rico plato.
Bienvenido de nuevo a la "batalla" cotidiana.
ResponderEliminarPues si que has conseguido una buena receta,..se he hace la boca agua..jeje.
Un abrazo
Y de nuevo en las trincheras ... y con un plato que cumple expectativas, bueno, bonito y barato, ideal para estos días, lo probaremos. Un abrazo,
ResponderEliminarPilar