13 de febrero de 2012

Espaguetis con gambas y calabacín

Aunque su origen es aún discutido, parece que fue Marco Polo quien introdujo la pasta en Italia en el siglo XIII a su vuelta de sus viajes a Oriente, extendiéndose luego desde allí por todo Occidente sobre todo a partir de principios del siglo XX. En todo caso, se  han  encontrado los fideos más antiguos que se conocen (Sic). Son delgados, amarillos, miden 50 cm de largo y están hechos de un mijo originario de China. Se descubrieron en un tazón de barro sepultado bajo una capa de sedimento de tres metros de espesor cerca del río Huang Ho (río Amarillo) en el noroeste de China, lo que ha permitido a Houyuan Lu, de la Academia de Ciencias de China, afirmar que este descubrimiento ha demostrado que la primera producción de fideos tuvo lugar en China. (Vea el artículo en Wikipedia). Sea como fuere, la principal aportación nutritiva de la pasta son los hidratos de carbono, así como proteínas, grasas y minerales. Las pastas a las que en el proceso de fabricación se hayan añadido hortalizas tales como espinacas, zanahorias o tomate (las típicas pastas de colores) aportan también algunas vitaminas del grupo B. Contrariamente a que lo que se suele creer, por ser las pastas un alimento rico en hidratos de carbono, no engordan tanto como se dice. 
Lo que contribuye a ganar peso es el exceso de calorías provenientes de las salsas y acompañamientos de las pastas. Vaya, que si comemos unos espaguetis con una sencilla salsa de tomates, aportaremos menos grasas que si añadimos quesos, natas, carnes, etc. y verdaderamente es en la forma de prepararlas donde está el peligro (de sobrepeso), ya que la pasta  va bien con casi todo y una vez más hay tantas recetas como cocineros. Hoy vamos a hacer unos espaguetis sencillos, sabrosos y muy poco calóricos. (N. B. en español debe decirse, y sobre todo, escribirse espaguetis, adaptación gráfica del plural italiano spaghetti. Deben evitarse formas híbridas tales como  spagueti,  espaguetti o  spaguetti, que no son ni italianas ni españolas. Véase en el Diccionario Panhispánico de dudas la entrada espagueti).
 
Ingredientes para cuatro personas.
300 gr de espaguetis
250 gr de gambas
Un calabacín mediano
Cuatro cebollitas francesas
Dos puerros
500 gr de tomates bien maduros
Dos dientes de ajo
Aceite de oliva
Una cucharada de orégano

Una cucharada de cilantro
Dos o tres hojas de laurel
Sal
Pimienta

 
Pelamos las gambas y las reservamos. (No tire las pieles ni las cabezas: puede hacer un caldo muy rico con ellas para utilizar en otras preparaciones). Pelamos las cebollas, las picamos en juliana y las ponemos a  pochar con un chorro de aceite, cuidando que no se quemen. A media cocción añadimos los puerros también limpios y en juliana y los ajos pelados y cortados en láminas y dejamos que se hagan hasta que estén blandos. Agregamos los tomates pelados y muy bien troceados y cocemos durante unos quince minutos a fuego suave. Cuando falten unos seis o siete minutos añadimos el calabacín cortado en pequeños dados, el orégano, el cilantro y las gambas, mezclando bien. Mientras, cocemos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante en una olla con abundante agua, sal, y un chorrito de aceite. (Los italianos, que dicen saber de pastas más que nadie en el mundo, aconsejan cocer la pasta sin tapar la olla…) Unos tres minutos antes de retirar del fuego le añadimos las hojas de laurel. Escurrimos bien y mezclamos con la salsa, dejando un par de minutos al fuego sin que hierva para que se mezclen bien los sabores.