28 de febrero de 2012

Ensalada de habas, aguacate y pimientos asados

De los pimientos y las habas (y de sus virtudes) ya hemos hablado, vea los enlaces. Del aguacate  se dice que está indicado para diabéticos, por su capacidad equilibrante del azúcar en la sangre, que por su contenido en vitamina E es uno de los grandes antioxidantes aliados contra el cáncer y el envejecimiento. Aporta también vitaminas del grupo B (B1, B2 y B3) así como hierro, fósforo y magnesio. Originario de México y Perú, es un buen sustituto de las proteínas de la carne; contiene  ácidos grasos esenciales y no produce colesterol.
Así que vamos a preparar una rica, sana y muy fácil ensalada con estos tres ingedientes a la que alegraremos con una vinagreta hecha con un buen aceite de oliva virgen extra en la que sustituiremos el vinagre por vino blanco y una cucharadita de mostaza.

Ingredientes para cuatro personas
I kg gr de habas
Dos aguacates
Dos pimientos rojos asados
Dos hojas de laurel
Aceite de oliva virgen extra
50 cl de vino blanco seco
Media cucharadita de mostaza
Sal

Procedemos asando con suficiente antelación los pimientos, al menos un día antes, ya que los pondremos con su propio aliño (vea aquí una forma de prepararlos). Ponemos las habas a cocer al vapor en una olla con agua en la que habremos puesto las hojas de laurel. Diez minutos deberían ser suficientes, pero compruebe que quedan a su gusto. Las retiramos del fuego, esperamos que se templen y si queremos las quitamos los hollejos (pieles).  Pelamos y cortamos el aguacate en rodajas, (si lo hacemos justo antes de servir, no hay que preocuparse por que se ponga negro, ya que la vinagreta servirá como antioxidante con lo que nos evitaremos adulterar nuestra ensalada con el fuerte sabor del limón.) Preparamos la vinagreta mezclando seis cucharadas de aceite de oliva virgen extra con el vino, la mostaza y la sal, mezclando bien.  Colocamos en el plato las habas y el aguacate, y aliñamos con la vinagreta. Añadimos los pimientos rojos ya aliñados con su adobo y servimos.

Nota Bene para los amantes del sabor del limón: Está claro que lo de adulterar con el limón no es más que una irónica exageración  que sólo demuestra que a mí no me gusta usar limón como aderezo. Me parece que su sabor es tan fuerte que mata el de cualquier cosa a la que se le ponga. Pero si a usted le gusta, adelante, no se prive.