19 de febrero de 2013

Arroz meloso con bacalao y pimientos rojos


Otro plato de arroz y bacalao, meloso  esta vez, esa forma de preparar el arroz que consigue ese punto cremoso tan especial al que en este caso ayuda la textura gelatinosa del pescado. Es en realidad, esta receta, una variación sobre el arroz meloso de bacalao y pimientos del piquillo que es típico de algunas zonas de Barcelona en el que, entre otras cosas, aquí he sustituido los pimientos del piquillo por unos morrones. El resultado es muy satisfactorio y constituye un plato completo y muy nutritivo.



Ingredientes para cuatro personas

400 gr de arroz

300 gr de bacalao

Una cebolla

Un pimiento rojo

Un tomate maduro

Tres dientes de ajo

Unas hebras de azafrán

Un vasito de vino blanco

Sal

Aceite de oliva



  • Ponemos el bacalao, convenientemente desalado,  en un cazo con agua a fuego mínimo y dejamos hasta que rompa  hervir, momento en el que lo retiramos. Cuando haya templado desmenuzamos el bacalao, que reservamos, y conservamos el caldo, con el que vamos a cocinar nuestro arroz.
 

  • En una sartén con un chorro de aceite doramos los ajos laminados. Los retiramos y los reservamos.
  • Pelamos la cebolla, la cortamos en aros y luego en tiras y la pochamos a fuego lento con una pizca de sal en el aceite de dorar los ajos. Cuando ya vaya estando añadimos el tomate pelado y troceado y rehogamos unos minutos más.
  • Quitamos el exceso de aceite y añadimos ahora el arroz dejando rehogar, regamos con el vino blanco y cuando haya reducido agregamos el caldo del bacalao hirviendo, (una medida y media de caldo por cada medida de arroz) los ajos que habíamos reservado, salamos, y dejamos diez minutos a fuego vivo, vigilando que no se seque, al cabo de los cuales bajamos el fuego agregamos el pimiento cortado en tiras y dejamos que se vaya haciendo, removiendo la  cazuela de tanto en tanto y añadiendo más caldo, siempre hirviendo, según se vaya quedando seco.
  • Cuando falten entre cinco y ocho minutos para que esté, añadimos los trozos de bacalao y el azafrán triturado en el mortero y con una par de cucharas del caldo y rectificamos de sal si es necesario.
  • Cuando el arroz ya está en su punto pero aún queda un poco de caldo, apagamos el fuego, dejamos reposar cubierto con un paño de cocina y cuando ya no quede caldo, pero aún no esté seco, servimos.