Vamos hoy
con un plato contundente, de esos que hacen exclamar Vade retro, Satana! a los exorcistas de la cocina calórica pero que hacen salivar
de gusto a los amantes de los placeres de la buena mesa. En realidad no es una
preparación ni tan calórica ni que contenga excesivas grasas, ya que las carrilleras, sobre todo si
son de ibérico y están bien limpias (en esta carne la grasa es superficial y
puede quitarse fácilmente) no son una carne que las contenga en demasía, (alrededor
de 6 gr por 100 gr) pues lo que aparenta serlo es en realidad gelatina, lo que
le da ese carácter meloso tan rico. En cuanto a las calorías de esta receta
también habría que matizar, ya que sumadas judías y carrilleras tenemos poco
más de 360 calorías por cada 100 gr de cada ingrediente, lo que no llega ni a
la cuarta parte de la cantidad media (de calorías) diaria recomendada, así que,
venga, olvidemos las tablas y los cálculos y disfrutemos de una comida rica y
sana. (Salvo que quiera usted dedicarse a desfilar por las pasarelas de las
varias y variadas semas de la moda,
claro.)
Ingredientes
para cuatro personas
8
carrilleras de cerdo ibérico
500 gr de
judías blancas
Una
zanahoria
Una cebolla
1 litro de
caldo de verduras
Dos dientes
de ajo
1/2
cucharadita de cominos
1 cucharadita
de pimentón
Dos cucharadas
de harina
Sal
Pimienta
Aceite de
oliva
- Ponemos en remojo las judías la noche antes y cuando nos pongamos a preparar nuestra receta las lavamos bien al chorro del grifo y las dejamos escurrir.
- Cortamos en juliana gruesa la cebolla y la zanahoria. Reservamos.
- Limpiamos muy bien las carrilleras de la grasa superficial que pudieran tener, las cortamos en trozos no demasiado grandes, las salpimentamos al gusto y las enharinamos ligeramente.
- Ponemos un chorro de aceite en la olla exprés y cuando esté bien caliente doramos los trozos de carne, removiendo para que se hagan por todos lados. Retiramos a un plato con papel absorbente y reservamos.
- En el mismo aceite, pochamos a fuego suave la cebolla y la zanahoria con un poco de sal; ocho o diez minutos serán suficientes. Agregamos uno de los dientes de ajo picado y rehogamos otro par de minutos.
- Retiramos el exceso de aceite, añadimos la carne, las judías y los cominos y cubrimos con el caldo. Tapamos la olla y dejamos hacer treinta o treinta y cinco minutos desde que comience a salir el vapor.
- Cuando podamos abrir la olla, ajustamos de sal, machacamos un par de cucharadas de judías y las añadimos a la olla para engordar el caldo.
- En una sartén con una cucharada de aceite sofreímos el otro diente de ajo, ligeramente machacado, junto con el pimentón y agregamos a la olla. Damos un hervor, apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.
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