La carne de
cordero, si es de calidad, es una de las más sabrosas y una de las más
tradicionales en la cocina mediterránea, ya que la oveja ha sido criada por el hombre desde hace 9.000 años. La más rica es
la de cordero lechal, que es el cordero que aún no ha sido destetado, de entre cuatro y seis semanas de edad, y su sabor y textura
son in igualables. Hoy vamos a preparar una pierna de cordero de una manera que
se sale un poco de la habitual pierna de
cordero al horno, pero que resulta igual de apetitosa y resulta muy fácil
de hacer. El vino con el que vamos a guisarla
le da un toque muy especial y con la forma de hacerlo vamos a conseguir casi
caramelizar la carne, lo que hace que quede muy jugosa, algo muy de agradecer
en una parte del cordero que tiende a ser un tanto seca. La salsa con la que lo
acompañamos es de las que invitan a mojar pan, así que no se olvide de poner
suficiente. Y vamos a ello. (He especificado una botella de vino: obviamente
sobrará, pero no creo que eso sea un problema, ¿verdad? Procuremos, eso sí, que
sea un vino de buena calidad.)
Ingredientes
para cuatro personas
Dos piernas
de cordero lechal en filetes
Dos cebollas
Tres dientes
de ajo
Una botella
de vino blanco
Sal
Pimienta
Una
cucharada de tomillo
Aceite de
oliva
- En un mortero mezclamos el tomillo con un par de cucharadas de aceite. Salpimentamos los filetes y los pintamos con el aceite y el tomillo. Reservamos.
- Pelamos los ajos, los cortamos en láminas y los freímos en una cazuela, cuidando que no se quemen. Cuando estén dorados los retiramos y reservamos.
- En ese mismo aceite, y a fuego vivo, doramos los filetes por los dos lados. Los escurrimos en papel absorbente y los reservamos.
- Pelamos las cebollas, las cortamos en juliana y las pochamos en la misma cazuela a fuego suave.
- Cuando estén, escurrimos el aceite sobrante y añadimos los filetes y las láminas de ajo a la cebolla. Subimos un poco el fuego y regamos con el vino, sin llegar a cubrir la carne. Bajamos el fuego, tapamos la cazuela y dejamos hacer hasta que el vino reduzca.
- Damos la vuelta a los filetes y volvemos a regar con el vino igual que la primera vez. Tapamos y dejamos hasta que el vino haya reducido. Repetimos esta operación hasta que la carne esté tierna. Un par de veces serán suficientes, si la carne es de calidad.
- Retiramos la carne y la reservamos al calor.
- En la batidora trituramos la cebolla y el resto de la salsa y lo pasamos por el chino o por un colador. (Si queda muy espesa puede aclararse con un poco de vino y darle un ligero hervor. Si está muy clara, la dejaremos reducir a fuego muy lento.)
- Servimos la carne con esta salsa por encima.
No es por nada pero con los platos de carne la sacas del estadio, siempre haces unas salsas que se ven deliciosas!
ResponderEliminarUn beso!
http://losantojosdeclara.blogspot.com.es/2013/09/pesto-de-albahaca.html