22 de octubre de 2012

Garbanzos con salmón ahumado y vinagreta de cilantro

Esta ensalada es muy rica y nutritiva, ya que une las propiedades de las legumbres (proteínas, fibra y carbohidratos, vitaminas del grupo B y minerales que refuerzan el sistema inmunológico como el hierro y el magnesio) con las del salmón ahumado (un alimento recomendado especialmente para el desarrollo muscular, cuya  grasa es rica en omega-3,  lo que contribuye a disminuir los niveles de colesterol… además de ser muy rico también en vitaminas del grupo B.) Este plato es muy fácil de preparar y el resultado es tan espectacular como satisfactorio, al que la vinagreta de cilantro da un toque muy especial.

Ingredientes para cuatro personas
400 gr de garbanzos
200 gr de salmón ahumado en dados
Una cucharada de menta picada
½ cucharadita de semillas de cilantro
Cuatro cucharadas de germinados variados
Aceite de oliva
Cuatro clavos de olor
Sal

Dejamos los garbanzos en remojo la noche antes, y a la hora de prepararlos los lavamos bien al grifo y los escurrimos. Los ponemos en la olla rápida con los clavos de olor y un poco de sal y agua, justo para cubrirlos. Dependiendo del tipo de olla, en 30 – 40 minutos deberían estar. Mientras, preparamos una vinagreta (que no es tal, puesto que no usaremos vinagre) machacando en un mortero las semillas de cilantro que mezclaremos con cuatro cucharadas de aceite de oliva y la menta bien picada. Reservamos.  Cuando estén los garbanzos, los colamos y los reservamos. Añadimos dos o tres cucharadas del caldo a la vinagreta y mezclamos bien hasta emulsionar. Regamos con esta mezcla los garbanzos y dejamos reposar una media hora. Al servir, ponemos en el plato los dados de salmón junto con los garbanzos y espolvoreamos con un poco de menta picada y adornamos con los germinados aliñados con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal



19 de octubre de 2012

Fideos con alcachofas y champiñones

Aprovechando que comienzan a aparecer las primeras alcachofas de este otoño, os invito a preparar hoy un plato rico y con el que podréis sorprender a propios y extraños. Partiendo de la idea de una fideuá vegetal y con  un poco de imaginación en el acabado del plato, que montaremos al estilo del timbal, se consigue un efecto que resulta muy atractivo. La mezcla de pasta, alcachofas y champiñones junto con el jamón nos da, además, un plato muy completo y nutritivo que puede complementarse con una ensalada para tener una comida realmente apetitosa.

Ingredientes para 4 personas     
300 gr de fideos finos
6 alcachofas
250 gr de champiñones
2 tomates maduros
Una cebolla mediana
100 gr de jamón serrano picado
2 cucharadas de perejil picado
100 gr de queso emmental rallado
2 dientes de ajo
½ l de caldo de verduras
½ vaso de vino blanco
Sal
 Pimienta
Aceite de oliva

  • Pelamos y cortamos la cebolla en juliana fina, los tomates en dados y los ajos en láminas.
  • Ponemos a pochar la cebolla en una cazuela con un chorro de aceite y una pizca de sal a fuego suave. Cuando la cebolla comienza a estar trasparente añadimos los ajos y rehogamos un par de minutos. Añadimos los tomates, mezclamos bien y dejamos hacer a fuego lento unos veinte minutos, cuidando que no se queme.
  • Limpiamos ahora las alcachofas dejando sólo el corazón que cortaremos en láminas, poniéndolas inmediatamente a cocer al vapor. Entre quince y veinte minutos deberían ser suficientes.
  • Mientras, lavamos los champiñones y los cortamos en láminas. Cuando las alcachofas estén listas, apagamos el fuego y en la misma olla añadimos los champiñones, que  así se harán con el calor residual. Reservamos.
  • Añadimos el jamón y el perejil al sofrito, junto con la pimienta recién molida, dejando que se haga todo junto un par de minutos más. Comprobamos de sal y rectificamos si es necesario. (Recuerde que el queso también lleva sal y aún no lo hemos añadido.)
  • Agregamos los fideos al sofrito, mezclamos bien y regamos con el vino dejando hasta que reduzca. Añadimos el caldo, justo para cubrir el guiso, y el queso rallado y dejamos hacer a fuego vivo cinco minutos o hasta que los fideos estén hechos y hayan empapado todo el caldo.

Procedemos ahora a emplatar: ayudados con un molde, colocamos en el fondo una capa de champiñones; seguimos con una capa del guiso de fideos; ahora una capa de alcachofas, otra capa de fideos y acabamos con una capa de champiñones. Finalmente adornamos con las alcachofas y champiñones sobrantes y un poco del picadillo de jamón.

17 de octubre de 2012

Magras de ibérico al brandy con manzanas

Las carnes magras son aquellas que tienen un contenido mínimo de grasa; vale decir: sólo fibra muscular, sin tendones, cartílagos, etc.  En el caso del cerdo, concretamente las de solomillo, jamón y lomo, son carnes con mucha menos grasa que algunas otras consideradas tradicionalmente no grasas como la pechuga de pollo. (El lomo de cerdo es el corte de carne más magro que existe: sólo contiene 2,98 gramos de grasa por 100 gramos de carne. La pechuga de pollo sin piel contiene 3 gramos. Y hay que tener en cuenta que el 50% de la grasa del cerdo está constituida  por ácido oleico, el famoso omega 3, no sólo beneficioso para la salud sino considerado como el cardioprotector por excelencia.) Hay, pues, que reivindicar lo saludable de esta carne, que es, además, uno de los alimentos más ricos en proteínas, contiene vitamina B1, (por lo que  ayuda a superar el estrés y la depresión) y  vitamina B3  que es beneficiosa para el sistema circulatorio y puede ayudar a reducir el colesterol. Por su alto contenido en esta vitamina, (la  B3) la carne magra de cerdo es recomendable para combatir enfermedades como la diabetes, la artritis o el tinnitus. También aporta minerales (hierro, calcio, yodo y cinc.) Así que vamos a preparar hoy un rico guiso con  esta carne. Procure, eso sí, comprar carne de cerdo ibérico. Quizá sea un poca más cara, pero vale la pena.

Ingredientes para cuatro personas.
600 gr de magro de cerdo ibérico
Dos tomates maduros
Tres chalotas
Dos dientes de ajo
Cuatro manzanas  Granny Smith
Un vaso de brandy
Dos cucharadas de harina
El zumo de un limón
Sal
Pimienta

  • Limpiamos la carne de la grasa superficial que pudiera tener y la cortamos en dados como de dos o tres centímetros, la salpimentamos, enharinamos y reservamos.
  • Pelamos los ajos y los cortamos en láminas que freiremos ligeramente en una cazuela con aceite de oliva. Cuando empiecen a dorarse los sacamos y reservamos.
  • Cortamos en juliana las chalotas y las pochamos a fuego suave en el mismo aceite donde hemos frito los ajos.
  • Cuando las chalotas estén blandas, las retiramos, escurrimos el aceite sobrante y las reservamos.
  • Doramos la carne en esa misma cazuela.
  • Mientras, pelamos y cortamos los tomates. Cuando la carne vaya estando dorada, los agregamos junto con los ajos y las chalotas y rehogamos unos minutos, revolviendo bien. 


  • Regamos con el brandy y dejamos hervir un par de minutos a fuego vivo. Bajamos entonces el fuego a medio-bajo y tapamos la cazuela, dejando que se haga durante unos treinta o treinta y cinco minutos, vigilando que no se quede seco; si fuera necesario  añadimos un poco de agua o caldo. Pasado ese tiempo comprobamos si ya está, rectificamos de sal y apartamos los trozos de carne.
  • Trituramos la salsa con la batidora y la pasamos por el chino o por un colador, mezclando de nuevo con la carne y dejando que de un ligero hervor. Retiramos y reservamos.
  • Lavamos ahora las manzanas y las cortamos en rodajas finas que rociamos con el zumo de limón para evitar que se oxiden.
  • Calentamos la plancha o una sartén, la engrasamos con un hilo de aceite y hacemos las rodajas de manzana hasta que se vayan dorando por los dos lados.
  • Una vez hechas, las colocamos en los platos y en el centro ponemos la carne. Servimos… y a comer.

14 de octubre de 2012

Calamarcitos rellenos

El calamar es uno de los productos del mar más típicos de la cocina mediterránea, donde se prepara de múltiples formas (rellenos, fritos rebozados, a la plancha, aderezados con su propia tinta... con arroz…) El calamar es rico en proteínas, contiene grasas insaturadas, aporta vitamina E y B3 además de minerales como potasio, selenio, fósforo, yodo y zinc y tiene un bajo contenido calórico. Por el contrario tiene mucho colesterol, lo que conviene tener  en cuenta a la hora de consumirlo. Hoy os propongo una deliciosa receta, rellenando unos calamares pequeños (los llamados chipirones) con verduras variadas. La elaboración resulta un poquitín laboriosa, no difícil, así que si usted es de esas personas que entran en la cocina mirando el reloj, mejor déjelo. Esta receta es para disfrutar haciéndola… y comiéndola luego, claro.

Ingredientes para 4 personas       16 calamares pequeños  (de los llamados chipirones)
600 gr de verduras variadas
1 litro de caldo de pescado
2 cucharadas de cilantro picado
2 cucharadas de cebollino picado
75 ml de brandy
Unas hojas de rúcula
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

  • Limpiamos y lavamos cuidadosamente los chipirones (o intente seducir a su pescadero para que se los limpie…) cortando los tentáculos y las aletas que trocearemos para añadir al relleno. Reservamos.
  • Picamos en juliana bien fina las verduras (yo he utilizado pimiento rojo y verde, rabanitos, cebolleta, calabacín y tomate, pero use las que usted prefiera)
  • En una sartén con un poco de aceite ponemos todas las verduras, excepto el calabacín y el tomate; salamos y rehogamos a fuego lento. Deben pocharse sin quemarse.
  • Cuando empiecen a estar hechas, añadimos el calabacín, el picado de los tentáculos y aletas de los chipirones y el tomate, mezclamos bien y dejamos que acaben de pocharse.
  • Agregamos el brandy, subimos un poco el fuego y esperamos que reduzca. Retiramos y escurrimos el aceite sobrante con ayuda de un colador.
  • Probamos, rectificamos de sal si es necesario, añadimos el cilantro, el cebollino la pimienta al gusto y reservamos cuatro cucharadas que usaremos para preparar la salsa.
  • Procedemos a rellenar los calamarcitos ayudándonos de una manga pastelera (si no, una cuchara pequeña también sirve…) y los cerramos con un palillo para evitar que se salga el relleno. Reservamos.
  • Trituramos con la batidora el pochado que habíamos reservado junto con una par de cucharadas de caldo de pescado, pasando luego esta crema por el chino o por un colador. Aclaramos con el caldo de pescado hasta conseguir una salsa ligera. Si  nos quedara demasiado líquida, dejamos reducir un poco y la reservamos al fuego sin  dejar que hierva.
  • En una sartén antiadherente, o en la plancha, ponemos un hilo de aceite y salteamos los calamarcitos. Unos  ocho minutos, dándoles vuelta de tanto en tanto, serán suficientes.
  • Finalmente, retiramos los palillos, emplatamos artísticamente y servimos acompañados de la salsa y adornados con unas hojas de rúcula. 


12 de octubre de 2012

Blancanieves


Pablo Berger
Me parece que otra vez voy a quedarme solo frente al unánime clamor laudatorio con que público y crítica han acogido este engendro mal llamado cine. No sé qué razón puede haber para hacer en este momento películas mudas, aparte del exceso de afán por ser original… lo que seguramente significa, en el fondo, que se tiene poco que decir y además no se sabe cómo decirlo. Pablo Berger se ha apuntado al carro de esta excéntrica moda y ha montado en esta Blancanieves un tinglado tan aparatoso, visualmente, como vacío de contenido. Cierto que Kiko de la Rica consigue a veces imágenes de enorme fuerza plástica que evocan al mejor cine antiguo, (y alguno moderno: las referencias conscientes o no a Tim Burton, por ejemplo, son claramente perceptibles en más de una ocasión) pero el uso de una fotografía muy contrastada  y cuasi desenfocada, o el empleo de carteles con los diálogos, aunque remite a los viejos tiempos, no son sino trucos marrulleros y fáciles imitaciones de las  carencias técnicas de otras épocas, no aportaciones originales al lenguaje cinematográfico. Todo ello hace que haya algo profundamente falso y, claro, artificioso en esta moda, o lo que sea, porque, naturalmente,  los directores de hoy no tienen ya el desconocimiento de los recursos expresivos del sonido, no son inocentes. A ver si me explico: estos directores que hoy juegan a hacer cine mudo están fingiendo que no conocen las reglas sintácticas de la narración con imágenes mezcladas con sonido, pero están, sin embargo aplicándolas. Y lo hacen, por lo general, de una forma tan retorcida como ingenua, echando mano de una banda sonora en la que la música ocupa y usurpa el lugar de la palabra, (y en el caso que nos ocupa, con excesiva agresividad; ) el resultado es un producto que no es lo que dice ser, que en realidad es un híbrido que no acaba por ser ni cine mudo ni cine sonoro: una estafa en la que un equivocado estilo narrativo, demasiado moderno entra en clara contradicción con la forma, es decir, la manera, en que se relata, como no podía ser de otro modo. 


En cuanto al guión sobre el que se asienta todo este invento, Berger ha amontonado tal cantidad de tópicos y folclóricos lugares comunes queriendo hacer una parodia, supongo, de cierto cine español, que casi consigue hacer una caricatura de una parodia, lo que hubiera estado muy bien… de haberlo conseguido. (Que los momentos de humor, en la peor tradición del cine ñoño, estén a cargo de un pollo de nombre Pepe es no sólo sonrojante sino indignante…)  La narración avanza  con buen ritmo, es cierto,  (y hay que felicitar por ello al equipo de montaje) aunque hay poco que contar y lo que se cuenta carece del menor interés y se hace de forma tan plana como previsible, (…el uso abusivo del gran angular es un buen ejemplo de la pereza mental que impregna toda la película…) y cuando no es así se pasa al extremo contrario, con momentos especialmente desafortunados gracias al afán desmedido del director por lo granguiñolesco, como ocurre en las secuencias de la sesión de fotos con el cadáver…   En cuanto a los actores, todos sin excepción sobreactúan exageradamente incluso para una película muda, con lo que sólo consiguen convertir a sus personajes en caricaturas de caricaturas, privándoles así de la poca credibilidad que, incluso como caricaturas, pudieran tener. Una idea malograda, en suma. Y una película perfectamente prescindible.
.
 
 Ficha:
Título original: Blancanieves
Año de producción: 2012
Duración: 104 min.
País: España
Dirección: Pablo Berger

Guión: Pablo Berger
Música: 
Alfonso de Vilallonga
Fotografía:Kiko de la Rica

Reparto:  Macarena García, Maribel Verdú, 
                      Sofía Oria, Daniel Giménez Cacho,
                      Angela Molina, Pere Ponce, 
                      Josep María Pou, Inma Cuesta, 
                      Ramón Barea, Emilio Gavira, 
                      Sergio Donado, Oriol Vila
Género: Drama