5 de marzo de 2012

El perfume

Un verdadero festín este perfume, sí. Un tanto indigesto, diría yo, y en más de un sentido. Confieso que había olvidado por completo esta película y aún la novela de la que parte, y ha sido el amable comentario de Huber Hermann Arguedas Ríos invitándome a hablar de ambas obras lo que me ha hecho revisitarlas. De la novela,  y aunque no soy experto en literatura (…ya, ya sé que tampoco lo soy en cine y aquí ando; para ser del todo honesto habría que decir que en nada soy experto. Punto. Pero… pero superado el ataque de honestitis gracias a una buena dosis de vanidosicilina vamos a ello.) Decía, o iba a decir, que la novela, originalmente titulada El perfume, historia de un asesino (Das Parfum, die Geschichte eines Mörders, 1985) publicada en España en 1988 por Seix Barral en traducción de Pilar Giralt Gorina, fue el texto que dio realmente a conocer a su autor, Patrick Süskind, que ya gozaba de un cierto renombre tras publicar El contrabajo (Der Kontrabass , 1984) un monólogo teatral sobre la mediocridad y la soledad que obtuvo un enorme éxito y ha sido representado innumerables veces. La novela alcanzó rápidamente una gran difusión, se tradujo a multitud de lenguas (¡entre ellas el latín! ¿Alguien lee en latín novela alemana contemporánea?) y vendió millones de ejemplares. Pero comentar un libro del que sólo se ha leído la traducción a un idioma que, naturalmente, no es el original, es arriesgarse a comentar un libro distinto del que su autor ha escrito (…traduttore, traditore…) así que poco puedo decir sobre el uso bueno o malo, acertado o no del lenguaje alemán y sus complejidades, aunque en castellano no pasa de estar pulcramente escrito, sin sutilezas literarias que distraigan la atención del lector; si diré que el  libro está obviamente pensado en el mejor estilo bet-seller con una sabiamente dosificada mezcla de novela histórica, thriller psicológico, porno suave y lo que podría calificarse de gore literario, lo que hace pensar que ya fue concebibo con un ojo (o los dos) puestos en la listas de ventas y dispuesto a ser un bet-seller como Dios manda, amén de con una clara vocación de guión cinematográfico, que por lo demás es otra de las profesiones de su autor. La de guionista, digo. El libro se lee bien, narra una historia interesante y, desde luego, con gancho; es lo bastante truculento para ser atractivo si no se es demasiado exigente, las descripciones de ambientes y personajes son más efectistas que eficaces, pero el final es lo suficientemente espectacular como para impresionar a las buenas gentes, (y lo único que justifica su inclusión aquí) así que el éxito estaba asegurado. Alguien ha dicho de Süskind que es el maestro de la alusión y de lo obsesivo, y aunque en esta novela nada es aludido sino descrito con (muchos) pelos y señales, obsesivo sí, obsesivo lo es.
Tom Tykwer
Naturalmente, el librito consiguió ver cumplida su vocación y, tras un arduo camino con problemas de escritura del guión (y bien que se nota en el resultado final), problemas de financiación donde hubo incluso oscuros manejos de los fondos y hasta una condena a la cárcel (Andreas Schmid, consejero delegado de Medienfonds VIP y uno de los productores ejecutivos de la película) finalmente, y con tres guionistas, tres, y la coproducción de tres países, tres, se comenzó a rodar este en verdad fallido Perfume, con la dirección de Tom Tykwer, autor que se dio a conocer con Corre Lola, corre (Lola rennt, 1998) y del que ya se han olvidado tres o cuatro cosas más. La película comienza contando, de forma extrañamente espasmódica, un falso final para lanzarse de cabeza y de inmediato a un gigantesco flashback, trufado a su vez de múltiples flashbacks, y en el que una omnipresente voz en off va a ir ilustrando lo que estamos viendo, en una clara demostración de la incapacidad de guionistas y director para traducir al lenguaje cinematográfico la, por lo demás, tampoco en exceso compleja estructura narrativa de la novela. No hay una definición clara de en qué género se quiere desarrollar la historia y así, el abuso de  imágenes tremendistas hace pensar en el gore; la ambientación presuntamente realista y con una buena, eso sí, fotografía de Frank Griebe, parece querer guardar fidelidad a la concepción historicista de la novela; la perpetua cara de perplejidad del personaje que intenta  interpretar Ben Whishaw hace pensar en un… algo… psicológico… El problema es que no acaba de haber un buen engarce  entre toda esos apuntes genéricos, lo que provoca esa indefinición que hace que la narración se resienta y pierda fuerza y, lo que es peor, credibilidad. 
Y luego hay recursos expresivos sonrojantes, tan facilones como que los malos son siempre feos o grotescos y las chicas siempre hermosas aunque estén sucias;  el pudor o la censura convierten los frecuentes desnudos en una mojigata colección de falsas poses de calendario con la guinda de la secuencia del orgasmo colectivo, donde Tykwer cae de lleno en el ridículo con imágenes que recuerdan a una mezcla de apoteosis de concierto de rock y de performance  (¿se dice así?) de Spencer Tunick… con gotas de lucha libre a la mexicana (...ese verdugo, por Dios...) Hay también un cierto aire cansino, como en el relato en paralelo de las jóvenes asesinadas con el del protagonista elaborando su perfume, que peca de reiterativo, o el abuso de los primerísimos planos que acaban fatigando y rompen la acción con absurdas digresiones visuales. Con todo esto la narración avanza de forma errática siguiendo la peripecia de un Grenouille al que Tykwer hace mover la nariz continuamente como si fuera un foxterrier, para acabar enlazando (mal, equivocadamente, falseando ahora el principio,) con la secuencia inicial… y todo para que de nuevo sea la voz en off quien, finalmente, acabe contándonos lo que pasa. 
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Ficha:
Título original: Das Parfum 
                                       Die Geschichte eines Mörders
Año de producción: 2006
Duración: 147 min.            
País:  Alemania-Francia-España
Director: Tom Tykwer
Guión: Andrew Birkin, Bernd Eichinger, 
             Tom Tykwer
Música: Reinhold Heil, Johnny Klimek, 
              Tom Tykwer
Fotografía: Frank Griebe
Reparto: Ben Whishaw, Alan Rickman, 
               Rachel Hurd-Wood, Dustin Hoffman, 
               Sara Forestier, Karoline Herfurth, 
               Simon Chandler, David Calder, 
               Sian Thomas, Michael Smiley
Género: 
Thriller. Intriga. Drama.

3 comentarios:

  1. Vaya crítica. No obstante, si nada es perfecto en este mundo ¿por qué reparar sólo en la forma en que fue expresado un mensaje subliminal, que por cierto, es realidad más allá del falso bienestar que otorga la satisfacción de una crítica académica? Felicidades señor intelectual. Antes bien, ¿Qué piensa usted al respecto, en la orfandad del conocimiento bibliográfico?
    Me explico. La apariencia que tiene la materia muchas veces esconde la maravilla que se oculta en el fondo. El prejuicio hace que juzguemos al inocente que sostiene un cuchillo en la escena del crimen. Esto es, gracias a la conjetura que, p.ej.; durante la vista de una película o la lectura de un libro, se pretende y mantiene fija, sin virar en algo sustancial y concluyente; una sentencia que acoja todas las aristas de un hecho.
    Que un inocente sea culpable, obedece a ciertos intereses. En este caso particular, el mensaje subliminal de la obra de Patrick Süskind, ha sido flagelado – lo mismo que ignorado - ya que una palabra sin receptores, es como una herida abierta que duele mientras no se haga lo correspondiente. El interés de subrayar el mercantilismo y futilidad de los Best Seller – que por cierto, no juzgo- ha desperdiciado la pulpa de este fruto, cuyo mal aspecto, asquea gustos inexpertos.
    Debido a que su (me dirijo a usted, Sherka) limitado enfoque sólo le ha permitido el ordinario y deportivo acometer contra un Best-Seller. Aunque, es cierto que la mayoría de los libros que fueron creados para ser vendidos masivamente y otorgar beneficios económicos a sus maquiavélicos creadores, contienen las características que usted ha descrito en su artículo, el cual comento. También es factible afirmar que existen ciertas excepciones, y yo le puedo decir que, El perfume, es una de ellas.
    Más allá de los desaciertos que usted ha detallado; la obra contiene un mensaje, oculto, sólo posible de ser oído por sentidos realmente despiertos, y que no dormitan bajo los efectos anestésicos de la crítica estructuralista. Este mensaje nos enseña que el ser humano vive motivado por ciertas pasiones que consumen su tiempo, y que a la vera del propio albedrío se pueden transformar en un temible instinto que tiene que matar para alcanzar su objetivo, su finalidad; quizás como un león que se abalanza sobre su presa para poder sobrevivir. Y una vez logrado el éxito de dicha empresa, quizás la muerte sea bienvenida.
    En El perfume, Grenouille está obsesionado con capturar la esencia de todos los olores mundanos; y como señala la trama, el joven perfumista alcanzó la perfección en su arte, e incluso pudo haber dominado el mundo ficticio que lo rodeaba si así lo hubiese consentido, gracias a su obsesión y finalidad en la vida. Sin embargo; como el león que ha saciado su hambre, prefirió el descanso, mejor dicho: el descanso eterno.
    Tal como sucedió en la casa de su primer maestro, Giuseppe Baldini, la razón de vivir de Grenouille eran los perfumes. Pues, recordemos que ya enfermo y a punto de morir, fue la esperanza de lograr su cometido (capturar la esencia de todos los olores mundanos) aquello que le devolvió la vida.
    De esta manera, cabe añadir a la crítica que usted ha redactado, que no será un prospecto de buena hechura, pero, El perfume, contiene un valioso mensaje. Y que aplicado a la práctica diaria, y en el contexto que hoy nos embarga, se resumiría en la siguiente frase: “La vida debe ser vivida con la intensidad de una pasión, y así ni la muerte será una preocupación.”
    Esto sin duda, lo que yo pienso. Solo vi la película y estoy leyendo la obra. Saludos, y espero seguir en contacto con usted.
    ATTE. Uber H. Arguedas Ríos.

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  2. Lei el libro hace muchos años y hace uno o dos vi la película y claro cuando has leido el libro primero es dificil que la pelicula supere al libro , no se si a todo el mundo le pasa esto pero a mi si

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