Plato de
origen vasco o vasco navarro, la porrusalda, cuya traducción literal del
euskera es caldo de puerro, consiste
en una especie de sopa o estofado caldoso a base de verduras entre las que
predomina el puerro, y parece que en su origen era sencillamente un caldo de
puerros y patatas al que se añadía algún trozo de pescado para darle sabor.
Como tantas otras recetas de la cocina tradicional, la porrusalda fue
evolucionando, adaptándose a las disponibilidades de cada lugar y de cada despensa y a la imaginación de cada
cocinero. Así, podemos encontrar auténticas
porrusaldas con o sin zanahorias, con o sin calabaza, con costillas de cerdo,
con cabeza de merluza, con butifarra... Y desde luego con bacalao, que es como
vamos a prepararla hoy. Es un plato ideal para esta época del año, ligero,
nutritivo, reconstituyente. Y económico. (En alguna parte he leído que no es
necesario utilizar bacalao de gran calidad, alegando no sé qué extrañas razones
de sabor. Me parece un error. La cantidad de bacalao necesaria para una buena
porrusalda no encarece esta receta, el resto de cuyos ingredientes son
realmente baratos. Use un buen bacalao y no se arrepentirá.)
Ingredientes
para cuatro personas.
4 - 5
puerros medianos
3 patatas
Dos
cebolletas
Un pimiento
verde
300 gr de
bacalao
750 cl de
caldo de verduras
Un vaso de
vino blanco
Dos dientes
de ajo
Un ramillete
de perejil
Tres hojas
de laurel
1/2
cucharadita de granos de pimienta negra
Sal
Aceite de
oliva
- Ponemos el bacalao a desalar con tiempo suficiente, (vea aquí una manera de hacerlo) y cuando vayamos a preparar nuestra porrusalda lo ponemos a fuego lento en una olla con agua, las hojas de laurel y los granos de pimienta. Dejamos que rompa a hervir, apagamos inmediatamente el fuego y retiramos la olla que reservaremos tapada hasta que temple y podamos desmigar el bacalao sin quemarnos.
- Pelamos los ajos, picamos el perejil y lo machacamos todo junto en el mortero. Añadimos el vino blanco, mezclamos bien y reservamos.
- Lavamos bien y pelamos las verduras, las troceamos en grueso y las pochamos en una olla con un chorro de aceite y un poco de sal, a fuego suave, durante unos quince minutos. Ojo que no se peguen ni se quemen.
- Regamos con el caldo de verduras que tendremos hirviendo, salamos con cuidado teniendo en cuenta el grado de desalado del bacalao y dejamos que se hagan a fuego suave hasta que las verduras estén tiernas sin que se deshagan.
- Agregamos la picada de ajo y perejil, el bacalao desmigado y un par de cacillos del caldo del bacalao, dejando que de un hervor unos cinco minutos más.
- Comprobamos de sal, apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.
Esto si que es una receta de las buenas, me encanta y cuando la he hecho no le he puesto pimiento verde ni vino y me parecía que estaba buenísima, así que la próxima vez cuando la prepare le añadiré tus dos ingredientes que seguro la mejoran y con mucho. Exquisita.
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