Estamos en
temporada de coliflor, y siendo, como lo es, muy baja en calorías, (casi el 92%
es agua) resulta adecuada para prepararla gratinada con una bechamel, a la que
un poco de jamón picado (junto con los cominos con los que vamos a hervir la verdura
para evitar olores y flatulencias) le añade un plus de sabor que realza esta
saludable pero un poco sosa hortaliza. Es una receta muy sencilla y económica y
como la bechamel esta vez la haremos con alguna leche vegetal, como la de soja, también será apta para que los cuentacalorías la disfruten. Y al servirla con una salsa de tomate
conseguimos un plato rico y colorido, agradable al gusto y a la vista. Como
no podía ser menos, también la coliflor es una planta-milagro: por ejemplo
tiene un alto contenido en folatos, esenciales en la formación de glóbulos
rojos y blancos. Es recomendable para el fortalecimiento del sistema
inmunológico y posee propiedades antioxidantes gracias a la vitamina C que
contiene. Así que, venga, vamos a ello.
Ingredientes
para cuatro personas
Una coliflor
de unos 800 gr.
Dos - tres cebolletas
Dos
cucharadas de harina
500 cl de
leche de soja
Dos cucharadas
de jamón picado
8 cucharadas
de salsa de tomate
Sal
Aceite de
oliva
Pimienta
Nuez moscada
1/4 de
cucharadita de cominos
- Retiramos las hojas exteriores de la coliflor y separamos los ramilletes que pondremos a hervir en un olla con abundante agua y sal y los cominos. Quince minutos deberían ser suficientes, pero hágalo a su gusto. Cuando ya estén retiramos del fuego, escurrimos y reservamos colocadas en una fuente apta para el horno.
- En una sartén tostamos ligeramente la harina para evitar el sabor a crudo en la bechamel. Reservamos.
- Pelamos y picamos en juliana muy fina las cebolletas que pocharemos a fuego suave con un poco de aceite.
- Cuando el pochado esté trasparente y sin dejar que coja color, retiramos el exceso de aceite y añadimos la harina removiendo bien. Vamos agregando la leche de soja, siempre removiendo para evitar grumos, hasta conseguir una bechamel fluida. Cuando ya casi esté añadimos el picadillo de jamón, pimienta y nuez moscada al gusto y mezclamos bien. Corregimos de sal y vertemos sobre la coliflor.
- Llevamos al horno que tendremos precalentado a 200º y dejamos gratinar unos diez minutos. Recuerde que el tiempo exacto dependerá de su horno. Cuando vaya cogiendo un bonito color tostado, pero cuidando que no se queme, sacamos y servimos sobre un par de cucharadas de salsa de tomate, que puede preparar según se indica aquí.
Esta preparación seguro que le da un gusto especial a la coliflor, que tan mala prensa tiene, sobre todo entre los más pequeños. Aligerar la bechamel con leche de soja me parece una idea buena y servirla sobre salsa de tomate también, la combinación estará deliciosa.
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